viernes, 29 de agosto de 2008

John Lennon Biografia






John Lennon (1940-1980) es uno de los músicos más destacados de la música pop. Integrante y fundador del grupo de Los Beatles (donde tocaba la guitarra, cantaba y componía gran parte del material junto a su compañero Paul McCartney, Lennon ha compuesto muchas de las melodías más conocidas del siglo XX.

Nacido el 9 de octubre de 1940 en Liverpool, Inglaterra, fue abandonado por sus padres con su tía, Mimi Stanley, con quien vivió toda su infancia y juventud. Estudió en la Escuela de Arte de Liverpool donde comenzó a escuchar rock and roll americano. Queriendo emular a su ídolo Elvis Presley, formó varias bandas antes de llegar, finalmente, a los Beatles. The Quarrymen, Johnny & The Moondogs y The Silver Beetles fueron los nombres de estas bandas en las que se hacía acompañar por sus amigos de la escuela (entre ellos Stuart Sutcliffe). Fue en 1956, en una tocada en una Iglesia, que John conoció a Paul McCartney, a quien invitó a unirse al grupo porque podía tocar la guitarra y además, afinarla, un reto imposible para muchachos de esa edad. Más tarde entraron a la banda George Harrison y Pete Best, quien después sería reemplazado por Ringo Starr para así conformar la clásica alineación de los Beatles.

En 1962 comenzó el éxito del cuarteto con su disco Please Please Me. Un año más tarde conquistaron el mercado norteamericano con su disco With the Beatles.

Lennon siempre fue el alma rebelde del grupo, el intelectual, el que en 1966 se atrevió a decirle a la periodista Maureen Cleave que "los Beatles eran más populares que Jesucristo". Fue al que se le ocurrió grabar las guitarras dos veces, superpuestas, para lograr el extraño efecto de And Your Bird Can Sing (incluída en Revolver (1966)) o, en el mismo album, grabar una canción de un solo acorde, basada en el Libro de los Muertos, con loops, grabaciones al revés y toda una gama de sonidos psicodélicos: Tomorrow Never Knows.

Sus canciones con los Beatles siempre fueron más viscerales, casi confesionales, como la popular Help! y la balada folk You've Got To Hide Your Love Away (con clara influencia de su también ídolo Bob Dylan). Luego comenzó a experimentar con historias como la de Lucy In The Sky With Diamonds (basada en un dibujo de su hijo, Julian), Being For The Benefit of Mr. Kite! y A Day In The Life (cuyas letras están extraídas, respectivamente, de un cartel de circo de finales del XIX y de un diario matutino).

Lennon estuvo casado con Cynthia Powell, una jovencita de Liverpool, desde principios de los 60. Pero en 1966 conoció a Yoko Ono con quien contrajo después matrimonio. Yoko, artista también, lo indujo a experimentar aún más allá de la música. La prueba es el extrañísimo track Revolution 9, incluído en el disco The Beatles (1968) (también conocido como "el álbum blanco"). Dichas experimentaciones sonoras y estéticas también forman parte de los álbumes Two Virgins y Life With The Lions (1968 y 69, respectivamente).

En 1970, tras la separación de los Beatles, Lennon comenzó una carrera de solista nutrida de canciones clásicas, aunque nunca en una vena tan comercial como la de su colega McCartney. La rivalidad de ambos tras la disolución del cuarteto se hace evidente en canciones de Lennon, como How Do You Sleep, en la que le reclama "Lo único que hiciste fue 'Yesterday'..." y lo llama "niño malcriado".

Las tendencias políticas de Lennon se habían evidenciado desde las épocas beatles, pero tocaron fondo con canciones como Power To The People. En 1971, una canción política, pero edulcorada, se convierte en lo más conocido de Lennon: Imagine. Por esos años decide mudarse de Londres a Nueva York, pero tuvo problemas para tramitar una visa (se dice que el presidente Richard Nixon lo veía como una amenaza). Al fin, Lennon pudo quedarse en Estados Unidos, iniciando una campaña política con conciertos y manifestaciones.

En sus discos siguientes mantuvo un estándar de calidad, con buenas canciones y ocasionales contribuciones de Yoko y sus amigos (entre los que se contaban George Harrison, Billy Preston, Harry Nielsen, Elton John y David Bowie). Ninguno de sus discos llegó a ser número 1 de popularidad, pero seguía siendo respetado como el 'jefe Beatle', además de sustentar una carrera solista en sus convicciones estéticas, musicales y políticas, no dejándose llevar por el mercado comercial.

En 1975, Yoko da a luz a su único hijo, después de varios abortos: Sean Taro Ono Lennon. Yoko se encargó de los negocios y John se convirtió en una ama de casa, dispuesto a cuidar en todo momento a Sean, incluso abandonando su carrera musical.

Cinco años después, en 1980, Lennon sacó a la venta su esperado regreso: Double Fantasy. El álbum fue un éxito, con sencillos como Beautiful Boy, (Just Like) Starting Over, Watching The Wheels y la rockerísima I'm Losing You. Fue tal el éxito que Lennon regresó al estudio para grabar un segundo álbum al hilo, Milk and Honey. Una noche, al terminar de grabar, con Yoko, unas pistas, sobrevino la tragedia.

Murió asesinado la noche del 8 de diciembre de 1980 en Nueva York, Estados Unidos, por un desequilibrado, Mark David Chapman, que le disparó después de pedirle un autógrafo, a las puertas del domicilio de Lennon, el edificio Dakota. Desde entonces han salido a la venta miles de recopilaciones y homenajes, como una demostración de cariño y respeto al que, probablemente, es uno de los más grandes y más influyentes músicos pop del siglo XX.

Discografía oficial

* Unfinished Music #1: Two Virgins (1968)
* Unfinished Music #2: Life With The Lions (1969)
* Wedding Album (1969)
* Live Peace In Toronto (1969)
* Plastic Ono Band (1970)
* Imagine (1971)
* Sometime In New York City (con Yoko Ono) (1972)
* Mind Games (1973)
* Walls And Bridges (1974)
* Rock 'n' Roll (1975)
* Shaved Fish (recopilación de éxitos) (1976)
* Double Fantasy (con Yoko Ono) (1980)
* The John Lennon Collection (algunos con Yoko Ono) (1982)
* Milk And Honey (con Yoko Ono) (1984)
* Live in New York City (Vivo 1972) (1986)
* Menlove Avenue (1987)
* John Lennon Anthology (recopilación de rarezas) (1998)
* Wonsaponatime (selección de la antología de Lennon) (1998)

PES 2009: Un anuncio sobre la licencia de la liga española es inminente

Un miembro de la compañía nipona transmite en declaraciones a 3DJuegos un mensaje de tranquilidad, pues "habrá sorpresas".
[PES 2009: Un anuncio sobre la licencia de la liga española es inminente]



La pérdida de los derechos sobre la liga española –Liga BBVA- ha sentado especialmente mal a los aficionados de Pro Evolution Soccer en nuestro país, que ven como un campeonato de la importancia del nuestro desaparece de la próxima entrega de las series deportivas de Konami. En las últimas entregas tampoco figuraban entre los equipos los nombres reales de los clubes de la Premier League, ni tan siquiera la Bundesliga al completo; pero la ausencia de la licencia del campeonato de fútbol de primera división ha sido la gota que ha colmado la paciencia de los aficionados.

Sin embargo hemos podido averiguar que Konami guarda un as en la manga en el campo de las licencias para PES 2009, un anuncio sorpresa que según sus responsables “será especialmente importante para los aficionados españoles”.

Borja de Altolaguirre, jefe de prensa de Konami España, ha revelado esta mañana a 3DJuegos que los creadores de Pro Evolution Soccer 2009 están trabajando en un “anuncio sorpresa”. Un anuncio que hará referencia al controvertido tema de las licencias a nivel mundial y europeo para PES 2009, con especial énfasis en nuestra liga española. Según de Altolaguirre, la noticia se conocerá en breve.

El jefe de prensa de Konami además quiso transmitir un “mensaje de tranquilidad” en referencia al nuevo PES en su faceta jugable. En declaraciones a 3DJuegos de Altolaguirre confirmó que la beta probada en Leipzig correspondía “a una versión primitiva del título”, sosteniendo que la versión final “es mucho más avanzada”.

Si quieres estar al corriente de qué aspecto presenta de momento el título puedes leer nuestras recientes impresiones jugables sobre el título deportivo de Konami. Pro Evolution Soccer 2009 se pondrá a la venta en octubre para PlayStation 3, Pc, Xbox 360 y PlayStation 2, con versiones más tardías para PSP y Wii.

jueves, 28 de agosto de 2008

Fotos de Queen










Guitar Hero 4 el 7 de noviembre, y anunciada versión para Pc


Radio Futura representará la música española en World Tour.
[Guitar Hero 4 el 7 de noviembre, y anunciada versión para Pc]
Mucha nueva información sobre Guitar Hero: World Tour, la cuarta y novedosa entrega de las series musicales de Activision. En primer lugar porque la compañía norteamericana ha hecho pública una nueva versión para el videojuego, la de Pc, que se unirá a las de Xbox 360, PlayStation 3, Wii y PlayStation 2.

En segundo término porque en el mismo anuncio se ha revelado que el videojuego saldrá a la venta el 7 de noviembre en Europa; y en tercer lugar porque también se han mostrado nuevos temas: Las nuevas canciones, concretamente 11, vienen a responder al anuncio de un grupo por cada país de la zona europea, y el representante español será Radio Futura con su clásica Escuela de Calor.

A continuación los nuevos temas confirmados:
· Anouk - "Good God" (Holanda)
· Beatsteaks - "Hail to the Freaks" (Alemania)
· Hush Puppies - "You're Gonna Say Yeah" (Francia)
· Kent - "Vinternoll 2" (Suecia)
· Lost Prophets - "Rooftops" (Reino Unido)
· Negramaro - "Nuvole E Lenzuola" (Italia)
· Oasis - "Some Might Say" (Reino Unido)
· Radio Futura - "Escuela de Calor" (España)
· Stuck in the Sound - "Toy Boy" (Francia)
· The Enemy - "Aggro" (Reino Unido)
· Tokio Hotel - "Monsoon" (Alemania)

Y el resto de canciones ya anunciadas con antelación:

· Airbourne - Too Much Too Young...
· Black Rebel Motorcycle Club - Weapon of Choice
· Bob Seger - Hollywood Nights
· Dinosaur Jr. - Feel The pain
· Silversun Pickups - Lazy Eye
· Survivor - Eye of the Tiger
· Black Label Society - Stillborn
· Metallica - "Trapped Under Ice
· System of a Down - B.Y.O.B.
· Blink 182 - Dammit - Blink 182
· Linkin Park - What I've Done
· Paramore - Misery Business - Paramore
· The Doors - Love Me Two Times
· The Eagles - Hotel California
· Sublime - Santeria
· Billy Idol - Rebel Yell
· Foo Fighters - Everlong
· Van Halen - Hot for Teacher
· At the Drive-In - One Armed Scissor
· Jimi Hendrix - Purple Haze (Live)
· Jimi Hendrix - The Wind Cries Mary
· Steve Miller Band - The Joker
· Interpol - Obstacle 1
· The Doors - Light My Fire
· Beat It - Michael Jackson
· Linkin Park - In The End
· Lenny Kravitz - Are You Gonna Go My Way
· Smashing Pumpkins - Bullet with Butterfly Wings
· Ozzy Osbourne - Crazy Train
· Ozzy Osbourne - Mr. Crowley

UEFA Champions League 2008/2009


La Champions 2008/09 ya ha empezado a andar con el sorteo de la fase de grupos, que, como es habitual, ha deparado numerosas sorpresas y enfrentamientos complicados.
En el Grupo A, Chelsea y Roma parecen los conjuntos mejor colocados para pasar a octavos, aunque el Girondins de Burdeos de Laurent Blanc puede ser un rival muy peligroso. El modesto Cluj rumano parece destinado a ser la 'cenicienta', aunque intentará dar guerra en su primera participación.
En el Grupo B, el Inter es el gran favorito, después de quedar encuadrado con Werder Bremen, Panathinaikos y Anorthosis. Los de Mourinho no deberían tener problemas para superar ronda, mientras que la segunda plaza estará mucho más disputada.
El Barça ha quedado encuadrado en uno de los grupos más fáciles junto con Sporting de Lisboa, Basilea y Shakhtar Donetsk. Especial será el reencuentro del club azulgrana con Rochemback, que juega en el conjunto luso, o el regreso del Barça a Basilea, ciudad de grato recuerdo para los aficionados culés desde aquella Recopa del 78-79.
El sorteo ha deparado un duelo morboso en el Grupo D, en el que han quedado encuadrados Liverpool y Atlético de Madrid. El 'Niño' Torres volverá al Calderón para buscar un sitio en octavos, para el que también lucharán Olympique de Marsella y PSV Eindhoven, dos rivales complicados.
En el Grupo E, el Villarreal ha quedado emparejado con el vigente campeón, el Manchester United, al que también se enfrentó en la última vez que el equipo castellonense participó en la Champions. Celtic de Glasgow y Aalborg completan el grupo.
Grupo igualado es el F, que está formado por Olympique de Lyon, Bayern Munich, Steaua Bucarest y Fiorentina. A priori, germanos y franceses son los favoritos, pero la realidad es que cualquiera de los cuatro equipos puede superar ronda.
En el Grupo G, el Arsenal no debería tener problemas para superar fase y meterse en octavos. El equipo de Cesc se verá las caras con Luis Aragonés, puesto que el Fenerbahçe ha quedado emparejado en el mismo grupo. También están en el G Porto y Dinamo de Kiev.
Por último, el Grupo H o bien podríamos decir, el 'Grupo de la Muerte', puesto que el Real Madrid no lo tendrá nada fácil ante dos rivales de peso como la Juventus o el Zenit de San Petersburgo de Arshavin, -vigente campeón de la UEFA-. A priori el BATE Borisov bielorruso poco podrá hacer ante tales rivales.

Grupo A
Chelsea FC (ENG)
AS Roma (ITA)
FC Girondins de Bordeaux (FRA)
CFR 1907 Cluj (ROU)

Grupo B
FC Internazionale Milano (ITA)
Werder Bremen (GER)
Panathinaikos FC (GRE)
Anorthosis Famagusta FC (CYP)

Grupo C
FC Barcelona (ESP)
Sporting Clube de Portugal (POR)
FC Basel 1893 (SUI)
FC Shakhtar Donetsk (UKR)

Grupo D
Liverpool FC (ENG)
PSV Eindhoven (NED)
Olympique de Marseille (FRA)
Club Atlético de Madrid (ESP)

Grupo E
Manchester United FC (ENG, campeón)
Villarreal CF (ESP)
Celtic FC (SCO)
Aalborg BK (DEN)

Grupo F
Olympique Lyonnais (FRA)
FC Bayern München (GER)
FC Steaua Bucureşti (ROU)
ACF Fiorentina (ITA)

Grupo G
Arsenal FC (ENG)
FC Porto (POR)
Fenerbahçe SK (TUR)
FC Dynamo Kyiv (UKR)

Grupo H
Real Madrid CF (ESP)
Juventus (ITA)
FC Zenit St. Petersburg (RUS)
FC BATE Borisov (BLR)

Agatha Christie: "El Club de los Martes"

Raymond West lanzó una bocanada de humo y repitió las palabras con una especie de deliberado y consciente placer: «Misterios sin resolver». Miró satisfecho a su alrededor. La habitación era antigua, con amplias vigas oscuras que cruzaban el techo, y estaba amueblada con muebles de buena calidad muy adecuados a ella. De ahí la mirada aprobadora de Raymond West. Era escritor de profesión y le gustaba que el ambiente fuera evocador. La casa de su tía Jane siempre le había parecido un marco muy adecuado para su personalidad. Miró a través de la habitación hacia donde se encontraba ella, sentada, muy tiesa, en un gran sillón de orejas. Miss Marple vestía un traje de brocado negro, de cuerpo muy ajustado en la cintura, con una pechera blanca de encaje holandés de Mechlin. Llevaba puestos mitones también de encaje negro y un gorrito de puntilla negra recogía sus sedosos cabellos blancos. Tejía algo blanco y suave, y sus claros ojos azules, amables y benevolentes, contemplaban con placer a su sobrino y los invitados de su sobrino.

Se detuvieron primero en el propio Raymond, tan satisfecho de sí mismo. Luego en Joyce Lempriére, la artista, de espesos cabellos negros y extraños ojos verdosos, y en sir Henry Clithering, el gran hombre de mundo. Había otras dos personas más en la habitación: el doctor Pender, el anciano clérigo de la parroquia; y Mr. Petherick, abogado, un enjuto hombrecillo que usaba gafas, aunque miraba por encima y no a través de los cristales. Miss Marple dedicó un momento de atención a cada una de estas personas y luego volvió a su labor con una dulce sonrisa en los labios. Mr. Petherick lanzó la tosecilla seca que precedía siempre sus comentarios.

–¿Qué es lo que has dicho, Raymond? ¿Misterios sin resolver? ¿Y a qué viene eso?

–A nada en concreto –replicó Joyce Lempriére–. A Raymond le gusta el sonido de esas palabras y decírselas a sí mismo.

Raymond West le dirigió una mirada de reproche que le hizo echar la cabeza hacia atrás y soltar una carcajada.

–Es un embustero, ¿verdad, miss Marple? –preguntó Joyce–. Estoy segura de que usted lo sabe.

Miss Marple sonrió amablemente, pero no respondió.

–La vida misma es un misterio sin resolver –sentenció el clérigo en tono grave.

Raymond se incorporó en su silla y arrojó su cigarrillo al fuego con ademán impulsivo.

–No es eso lo que he querido decir. No hablaba de filosofía –dijo–. Pensaba sólo en hechos meramente prosaicos, cosas que han sucedido y que nadie ha sabido explicar.

–Sé a qué te refieres, querido –contestó miss Marple–. Por ejemplo, miss Carruthers tuvo una experiencia muy extraña ayer por la mañana. Compró medio kilo de camarones en la tienda de Elliot. Luego fue a un par de tiendas más y, cuando llegó a su casa, descubrió que no tenía los camarones. Volvió a los dos establecimientos que había visitado antes, pero los camarones habían desaparecido. A mí eso me parece muy curioso.

–Una historia bien extraña –dijo sir Henry en tono grave.

–Claro que hay toda clase de posibles explicaciones –replicó miss Marple con las mejillas sonrojadas por la excitación–. Por ejemplo, cualquiera pudo...

–Mi querida tía –la interrumpió Raymond West con cierto regocijo–, no me refiero a esa clase de incidentes pueblerinos. Pensaba en crímenes y desapariciones, en esa clase de cosas de las que podría hablarnos largo y tendido sir Henry si quisiera.

–Pero yo nunca hablo de mi trabajo –respondió sir Henry con modestia–. No, nunca hablo de mi trabajo.

Sir Henry Clithering había sido hasta muy recientemente comisionado de Scotland Yard.

–Supongo que hay muchos crímenes y delitos que la policía nunca logra esclarecer –dijo Joyce Lempriére.

–Creo que es un hecho admitido –dijo Mr. Petherick.

–Me pregunto qué clase de cerebro puede enfrentarse con más éxito a un misterio –dijo Raymond West–. Siempre he pensado que el policía corriente debe tener el lastre de su falta de imaginación.

–Esa es la opinión de los profanos –replicó sir Henry con sequedad.

–Si realmente quiere una buena ayuda –dijo Joyce con una sonrisa–, parapsicología e imaginación, acuda al escritor

Y dedicó una irónica inclinación de cabeza a Raymond, que permaneció serio.

–El arte de escribir nos proporciona una visión interior de la naturaleza humana –agregó en tono grave–. Y tal vez el escritor ve detalles que le pasarían por alto a una persona normal.

–Ya sé, querido –intervino miss Marple–, que tus libros son muy interesantes, pero, ¿tú crees que la gente es en realidad tan poco agradable como tú la pintas?

–Mi querida tía –contestó Raymond con amabilidad–, quédate con tus ideas y que no permita el cielo que yo las destroce en ningún sentido.

–Quiero decir –continuó miss Marple frunciendo un poco el entrecejo al contar los puntos de su labor– que a mí muchas personas no me parecen ni buenas ni malas, si no sencillamente muy tontas.

Mr. Petherick volvió a lanzar su tosecilla seca.

–¿No te parece, Raymond –dijo–, que das dernasiada importancia a la imaginación? La imaginación es algo muy peligroso y los abogados lo sabemos demasiado bien. Ser capaz de examinar las pruebas con imparcialidad y de considerar los hechos sólo como factores, me parece el único método lógico de llegar a la verdad. Y debo añadir que, por experiencia, sé que es el único que da resultado.

–¡Bah! –exclamó Joyce echando hacia atrás sus cabellos negros de una forma indignante–. Apuesto a que podría ganarles a todos en este juego. No sólo soy mujer (y digan lo que digan, las mujeres poseemos una intuición que les ha sido negada a los hombres), sino además artista. Veo cosas en las que ustedes jamás repararían. Y, como artista, también he tropezado con toda clase de personas. Conozco la vida como no es posible que la haya conocido nuestra querida miss Marple.

–No estoy segura, querida –replicó miss Marple–. Algunas veces, en los pueblos ocurren cosas muy dolorosas y terribles.

–¿Puedo hablar? –preguntó el doctor Pender con una sonrisa–. No se me oculta que hoy en día está de moda desacreditar al clero, pero nosotros oímos cosas que nos permiten conocer un aspecto del carácter humano que es un libro cerrado para el mundo exterior.

–Bien -dijo Joyce–, parece que formamos un bonito grupo representativo. ¿Qué les parece si formásemos un club? ¿Qué día es hoy? ¿Martes? Le llamaremos el Club de los Martes. Nos reuniremos cada semana y cada uno de nosotros por turno deberá exponer un problema o algún misterio que cada uno conozca personalmente y del que, desde luego. sepa la solución. Dejadme ver cuántos somos. Uno, dos, tres, cuatro, cinco. En realidad, tendríamos que ser seis.

–Te has olvidado de mí, querida –dijo miss Marple con una sonrisa radiante.

Joyce quedó ligeramente sorprendidas pero se rehízo en seguida.

–Sería magnífico miss Marple –le dijo–. No pensé que le gustaría participar en esto.

–Creo que será muy interesante –replicó miss Marple–, especialmente estando presentes tantos caballeros inteligentes. Me temo que yo no soy muy lista pero, haber vivido todos estos años en St. Mary Mead, me ha dado cierta visión de la naturaleza humana.

–Estoy seguro de que su cooperación será muy valiosa –dijo sir Henry con toda cortesía.

–¿Quién será el primero?

–Creo que no hay la menor duda en cuanto a eso –replicó el doctor Pender–, puesto que tenemos la gran fortuna de contar entre nosotros con un hombre tan distinguido como sir Henry.

Dejó la frase sin acabar, mientras hacía una cortés inclinación hacia sir Henry. El aludido guardó silencio unos instantes y, al fin, con un suspiro y cruzando las piernas, comenzó:

–Me resulta un poco difícil escoger al tipo de historia que ustedes desean oír, pero creo que conozco un ejemplo que cumple muy bien los requisitos exigidos. Es posible que hayan leído algún comentario acerca de este caso en los periódicos del año pasado. Entonces se archivó como un misterio sin resolver, pero da la casualidad de que la solución llegó a mis manos no hace muchos días.
»Los hechos son bien sencillos. Tres personas se reunieron para una cena que consistía, entre otras cosas, de langosta enlatada. Más tarde aquella noche, los tres se sintieron indispuestos y se llamó apresuradamente a un médico. Dos de ellos se restablecieron y el tercero falleció.

–¡Ah! –dijo Raymond en tono aprobador.

–Como digo, los hechos fueron muy sencillos. Su muerte fue atribuida a envenenamiento por alimentos en mal estado, se extendió el certificado correspondiente y la víctima fue enterrada. Pero las cosas no acabaron ahí.

Miss Marple asintió.

–Supongo que empezarían las habladurías, como suele ocurrir.

–Y ahora debo describirles a los actores de este pequeño drama. Llamaré al marido y a la esposa, Mr. y Mrs. Jones, y a la señorita de compañía de la esposa, miss Clark. Mr. Jones era viajante de una casa de productos químicos. Un hombre atractivo en cierto modo, jovial y de unos cuarenta años. Su esposa era una mujer bastante corriente, de unos cuarenta y cinco años, y la señorita de compañía, miss Clark, una mujer de sesenta, gruesa y alegre, de rostro rubicundo y resplandeciente. No podemos decir de ninguno de ellos que resultara una personalidad muy interesante.

«Ahora bien, las complicaciones comenzaron de modo muy curioso. Mr. Jones había pasado la noche anterior en un hotelito de Birmingham. Dio la casualidad de que aquel día habían cambiado el papel secante, que por lo tanto estaba nuevo, y la camarera, que al parecer no tenía otra cosa mejor que hacer, se entretuvo en colocarlo ante un espejo después de que Mr. Jones escribiera unas cartas. Pocos días más tarde, al aparecer en los periódicos la noticia de la muerte de Mrs. Jones como consecuencia de haber ingerido langosta en mal estado, la camarera hizo partícipes a sus compañeros de trabajo de las palabras que había descifrado en el papel secante: «Depende enteramente de mi esposa... cuando haya muerto yo haré...cientos de miles...»

»Recordarán ustedes que no hace mucho tiempo hubo un caso en el que la esposa fue envenenada por su marido. No se necesitó mucho más para exaltar la imaginación de la camarera del hotel. ¡Mr. Jones había planeado deshacerse de su esposa para heredar cientos de miles de libras! Por casualidad, una de las camareras tenía unos parientes en la pequeña población donde residían los Jones. Les escribió y ellos contestaron que Mr. Jones, al parecer, se había mostrado muy atento con la hija del médico de la localidad, una hermosa joven de treinta y tres años, y empezó el escándalo. Se solicitó una revisión del caso al ministerio del Interior y en Scotland Yard se recibieron numerosas cartas anónimas acusando a Mr. Jones de haber asesinado a su esposa. Debo confesar que ni por un momento sospechamos que se tratase de algo más que de las habladurías y chismorreos de la gente del pueblo. Sin embargo, para tranquilizar a la opinión pública se ordenó la exhumación del cadáver. Fue uno de esos casos de superstición popular basada en nada sólido y que resultó sorprendentemente justificado. La autopsia dio como resultado el hallazgo del arsénico suficiente para dejar bien sentado que la difunta señora había muerto envenenada por esta sustancia. Y en manos de Scotland Yard, junto con las autoridades locales, quedó el descubrir cómo le había sido administrada y por quién.

–¡Ah! –exclamó Joyce–. Me gusta. Esto sí que es bueno.

–Naturalmente, las sospechas recayeron en el marido. Él se beneficiaba de la muerte de su esposa. No con los cientos de miles que románticamente imaginaba la doncella del hotel, pero sí con la buena suma de ocho mil libras. El no tenía dinero propio, aparte del que ganaba, y era un hombre de costumbres un tanto extravagantes y al que le gustaba frecuentar la compañía femenina. Investigamos con toda la delicadeza posible sus relaciones con la hija del médico, pero, aunque al parecer había habido una buena amistad entre ellos tiempo atrás, habían roto bruscamente unos dos meses antes y desde entonces no parecía que se hubieran visto. El propio médico, un anciano íntegro y de carácter bonachón, quedó aturdido por el resultado de la autopsia. Le habían llamado a eso de la medianoche para atender a los tres intoxicados. Al momento comprendió la gravedad de Mrs. Jones y envió a buscar a su dispensario unas píldoras de opio para calmarle el dolor. No obstante, a pesar de sus esfuerzos, la señora falleció, aunque ni por un momento sospechó que se tratara de algo anormal. Estaba convencido de que su muerte fue debida a alguna forma de botulismo. La cena de aquella noche había consistido básicamente en langosta enlatada con ensalada, pastel y pan con queso. Lamentablemente, no quedaron restos de la langosta: se la comieron toda y tiraron la lata. Interrogó a la doncella, Gladys Linch, que estaba llorosa y muy agitada, y que a cada momento se apartaba de la cuestión, pero declaró una y otra vez que la lata no estaba hinchada y que la langosta le había parecido en magníficas condiciones.

»Éstos eran los hechos en los que debíamos basarnos. Si Jones había administrado subrepticiamente arsénico a su esposa, parecía evidente que no pudo hacerlo con los alimentos que tomaron en la cena, puesto que las tres personas comieron lo mismo. Y también hay otra cosa: el propio Jones había regresado de Birmingham en el preciso momento en que la cena era servida, de modo que no tuvo oportunidad de alterar ninguno de los alimentos de antemano.

–¿Y qué me dice de la señorita de compañía de la esposa? –preguntó Joyce–. La mujer gruesa de rostro alegre.

Sir Henry asintió.

–No nos olvidamos de miss Clark, se lo aseguro.

Pero nos parecieron dudosos los motivos que pudiera tener para cometer el crimen. Mrs. Jones no le dejó nada en absoluto y, como resultado de la muerte de su patrona, tuvo que buscarse otra colocación.

–Eso parece eliminarla –replicó Joyce pensativa.

–Uno de mis inspectores pronto descubrió un dato muy significativo –prosiguió sir Henry–. Aquella noche, después de cenar, Mr. Jones bajó a la cocina y pidió un tazón de harina de maíz para su esposa que se había quejado de que no se encontraba bien. Esperó en la cocina hasta que Gladys Linch lo hubo preparado y luego él mismo lo llevó a la habitación de su esposa. Esto, admito, pareció cerrar el caso.

El abogado asintió.

–Móvil –dijo uniendo las puntas de sus dedos–. Oportunidad. Y además, como viajante de una casa de productos químicos, fácil acceso al veneno.

–Y era un hombre de moral un tanto endeble –agregó el clérigo.

Raymond West miraba fijamente asir Henry.

–Hay algún gazapo en todo esto –dijo–. ¿Por qué no lo detuvieron?

Sir Henry sonrió con pesar.

–Esa es la parte desgraciada de este asunto. Hasta aquí todo había ido sobre ruedas, pero ahora llegamos a las dificultades. Jones no fue detenido porque, al interrogar a miss Clark, nos dijo que el tazón de harina de maíz no se lo tomó Mrs. Jones sino ella. Sí, parece ser que acudió a su habitación como tenía por costumbre. La encontró sentada en la cama y a su lado estaba el tazón de harina de maíz.

–No me encuentro nada bien, Milly –le dijo–. Me está bien empleado por comer langosta por la noche. Le he pedido a Albert que me trajera un tazón de harina de maíz, pero ahora no me apetece.

–Es una lástima –comentó miss Clark–, está muy bien hecho, sin grumos. Gladys es realmente una buena cocinera. Hoy en día hay muy pocas chicas que sepan preparar una taza de harina de maíz como es debido. Le confieso que a mí me gusta mucho, y estoy hambrienta.

–Creí que continuabas con tus tonterías –le dijo Mrs. Jones.

»Debo explicar –aclaró sir Henry– que miss Clark, alarmada por su constante aumento de peso, estaba siguiendo lo que vulgarmente se conoce como «una dieta».te conviene, Milly, de veras –le había dicho Mrs. Jones–. Si Dios te ha hecho gruesa, es que tienes que serlo. Tómate esa harina de maíz, que te sentará de primera.

»Y acto seguido, miss Clarkse puso a ello y se acabó el tazón. De modo que ya ven ustedes, nuestra acusación contra el marido quedó hecha trizas. Al pedirle una explicación de las palabras que aparecieron en el papel secante, Jones nos la dio en seguida. La carta, explicó, era la respuesta a una que le había escrito su hermano desde Australia pidiéndole dinero. Y él le contestó diciendo que dependía enteramente de su esposa y que hasta que ella muriera no podría disponer de dinero. Lamentaba su imposibilidad de ayudarle de momento,pero le hacía observar que en el mundo existen cientos de miles de personas que pasan los mismos apuros.

–¿Y el caso se vino abajo? –comentó el doctor Pender.

–Y el caso se vino abajo –repitió sir Henry en tono grave–. No podíamos correr el riesgo de detener a Jones sin tener algo en que apoyarnos.
Hubo un silencio y al cabo Joyce dijo:

–Y eso es todo, ¿no es cierto?

–Así es como quedó el caso durante todo el año pasado. La verdadera solución está ahora en manos de Scotland Yard y probablemente dentro de dos o tres días podrán leerla en los periódicos.

–La verdadera solución –exclamó Joyce pensativa–. Quisiera saber... Pensemos todos por espacio de cinco minutos y luego hablemos.
Raymond West asintió al tiempo que consultaba su reloj. Cuando hubieron transcurrido los cinco minutos, miró al doctor Pender.

–¿Quiere ser usted el primero en hablar? –le preguntó.

El anciano meneó la cabeza.

–Confieso –dijo– que estoy completamente despistado. No puedo dejar de pensar que el esposo tiene que ser el culpable de alguna manera, pero no me es posible imaginar cómo lo hizo. Sólo sugiero que debió de administrarle el veneno por algún medio que aún no ha sido descubierto, aunque, si es así, no comprendo cómo puede haber salido a la luz después de tanto tiempo.

–¿Joyce?

–¡La señorita de compañía de la esposa! –contestó Joyce decidida–. ¡Desde luego! ¿Cómo sabemos que no tuvo motivos para hacerlo? Que fuese vieja y gorda no quiere decir que no estuviera enamorada de Jones. Podía haber odiado a la esposa por cualquier otra razón. Piensen lo que representa ser una acompañante, tener que mostrarse siempre amable, estar de acuerdo siempre y tragárselo todo. Un día, no pudo resistirlo más y se decidió a matarla. Probablemente puso el arsénico en el tazón de harina de maíz y toda esa historia de que se lo comió sea mentira.

–¿Mr. Petherick?

El abogado unió las yemas de los dedos con aire profesional.

–Apenas tengo nada que decir. Basándome en los hechos no sabría qué opinar.

–Pero tiene que hacerlo, Mr. Petherick –dijo la joven–. No puede reservarse su opinión, alegando prejuicios legales. Tiene que participar en el juego.

–Considerando los hechos –dijo Mr.Petherick–, no hay nada que decir. En mi opinión particular y habiendo visto, por desgracia, demasiados casos de esta clase, creo que el esposo es culpable. La única explicación que se me ocurre es que miss Clark lo encubrió deliberadamente por algún motivo. Pudo haber algún arreglo económico entre ellos. Es posible que él creyera que iba a resultar sospechoso y ella, viendo ante sí un futuro lleno de pobreza, tal vez se avino a contar la historia de la harina de maíz a cambio de una suma importante que recibiría en privado. Si éste es el caso, desde luego es de lo más irregular.

–No estoy de acuerdo con ninguno de ustedes –dijo Raymond–. Han olvidado ustedes un factor muy importante de este caso: la hija del médico. Voy a darles mi visión de los hechos. La langosta estaba en mal estado, de ahí los síntomas de envenenamiento. Se manda llamar al doctor, que encuentra a Mrs. Jones, que ha comido más langosta que los demás, presa de grandes dolores y manda a buscar comprimidos de opio tal como nos dijo. No va él en persona, sino que envía a buscarlas. ¿Quién entrega los comprimidos al mensajero? Sin duda su hija. Está enamorada de
Jones y en aquel momento se despiertan todos los malos instintos de su naturaleza y le hacen comprender que tiene en sus manos el medio de conseguir su libertad. Los comprimidos que envía contienen arsénico blanco. Esta es mi solución.

–Y ahora, cuéntenos el verdadero desenlace, sir Heniy –exclamó Joyce con ansiedad.

–Un momento –dijo sir Henry–, todavía no ha hablado miss Marple.

Miss Marple tan sólo movía la cabeza tristemente.

–Vaya, vaya –dijo–, se me ha escapado otro punto. Estaba tan entusiasmada escuchando la historia. Un caso triste, sí, muy triste. Me recuerda al viejo Hargraves, que vivía en Mount. Su esposa nunca tuvo la menor sospecha hasta que, al morir, dejó todo su dinero a una mujer con la que había estado viviendo, y con la que tenía cinco hijos. En otro tiempo había sido su doncella. Era una chica tan agradable, decía siempre Mrs. Hargraves, no tenía que preocuparse de que diera la vuelta a los colchones cada día, siempre lo hacía, excepto los viernes, por supuesto. Y ahí tienen al viejo Hargraves, que le puso una casa a esa mujer en la población vecina y continuó siendo sacristán y pasando la bandeja cada domingo.

–Mi querida tía Jane –dijo Raymond con cierta impaciencia–. ¿Qué tiene que ver el desaparecido Hargraves con este caso?

–Esta historia me lo recordó en seguida –dijo miss Marple–. Los hechos son tan parecidos, ¿no es cierto? Supongo que la pobre chica ha confesado ya y por eso sabe usted la solución, sir Henry.

–¿Qué chica? –preguntó Raymond–. Mi querida tía, ¿de qué estás hablando?

–De esa pobre chica, Gladys Linch, por supuesto.La que se puso tan nerviosa cuando habló con el doctor, y bien podía estarlo la pobrecilla .Espero que ahorquen al malvado Jones por haber convertido en una asesinaa esa pobre muchacha. Supongo que a ella también la ahorcarán, pobrecilla.

–Creo, miss Marple, que está usted equivocada –comenzó a decir Mr. Petherick entre titubeos.

Pero miss Marple meneó lacabeza con obstinación, y miró de hito en hito a sir Henry.

–¿Estoy en lo cierto o no? Yo lo veo muy claro. Los cientos de miles, el pastel... quiero decir que no puede pasarse por alto.

–¿Qué es eso del pastel y de los cientos de miles? –exclamó Raymond.

Su tía se volvió hacia él.

–Las cocineras casi siempre ponen «cientos de miles» en los pasteles, querido –le dijo–.Son esos azucarillos rosas y blancos. Desde luego, cuando oí que habían tomado pastel para cenar y que el marido se había referido en una carta a cientos de miles, relacioné ambas cosas. Allí es donde estaba el arsénico, en los cientos de miles. Se lo entregó a la muchacha y le dijo que lo pusiera en el pastel.

–¡Pero eso es imposible! –replicó Joyce vivamente–. Todos lo tomaron.

–¡Oh, no! –dijo miss Marple–.Recuerde que la compañera de Mrs. Jones estaba haciendo régimen para adelgazar. Nunca se come pastel, si una está a dieta. Y supongo que Jones se limitaría a separar los «cientos de miles» de su ración poniéndolos a un lado en el plato. Fue una idea inteligente, aunque muy malvada.

Los ojos de todos estaban fijos en sir Henry.

–Es curioso –dijo despacio–, pero da la casualidad de que miss Marple ha dado con la solución. Jones había metido a Gladys Linch en un serio problema, tal como se dice vulgarmente, y ella estaba desesperada. El deseaba librarse de su esposa y prometió a Gladys casarse con ella cuando su mujer muriese. El consiguió los «cientos de miles» y se los entregó a ella con instrucciones para su uso. Gladys Linch falleció hace una semana. Su hijo murió al nacer y Jones la había abandonado por otra mujer. Cuando agonizaba, confesó la verdad.

Hubo unos instantes de silencio y luego Raymond dijo:

–Bueno, tía Jane, esta vez has ganado. No entiendo cómo has adivinado la verdad. Nunca hubiera pensado que la doncella tuviera nada que ver con el caso.

–No, querido –replicó miss Marple–, pero tú no sabes de la vida tanto como yo. Un hombre como Jones, rudo y jovial. Tan pronto como supe que había una chica bonita en la casa me convencí de que no la dejaría en paz. Todo esto son cosas muy penosas y no demasiado agradables de comentar. No puedes imaginarte el golpe que fue para Mrs. Hargraves y la sorpresa que causó en el pueblo.

Lo paranormal, los sueños y demas





Los Sueños que son momentos creados por la mente sugestión tal ves muertos tratando de comunicarse con uno quien sabe existe muchas cosas raras tal ves no sean raras solo que no tenemos la respuesta correcta prefiniciones tal ves las cosas mas raras sean las mas inquietantes que hay de los vonis la muerte habra algo mas despues



La iglesia del Sagrado Corazón del Sufragio, en Roma. En ella se conservan objetos que muestran extrañas marcas de fuego: éstas han sido definidas como «testimonios del más allá».

La iglesia del Sagrado Corazón del Sufragio, situada frente al Tíber, en Roma, constituye una curiosidad en sí misma: es la única construcción de estilo neogótico de la capital. Pequeña, apretada entre altos edificios, es una rareza arquitectónica de la Ciudad Eterna. Pero encierra otras rarezas, además de su aspecto exterior.

Dentro de la iglesia hay algo que quizá sea único en el mundo: en un cuartito contiguo a la iglesia se puede adivinar lo que podríamos llamar «una colección de testimonios del más allá». Se trata de un conjunto de sábanas, hábitos, tablillas y páginas de libros encerrados en vitrinas de cristal, todos los cuales muestran signos impresionantes: cruces, huellas ennegrecidas de dedos y de manos.

Esta singular colección fue iniciada en 1897. En aquel año, la capilla de la Virgen del Rosario, situada junto a la iglesia, se incendió. Cuando las llamas quedaron extinguidas el párroco de aquella época, Victor Jouet, observó algo extraño en una pared del altar. Quizá había sido una jugarreta del fuego, pero el hecho era que el humo había trazado un dibujo que resultaba, por lo menos, alucinante: parecía un rostro, un rostro de expresión afligida y melancólica.

Jouet llegó a una conclusión muy personal: quizá era un difunto que trataba de comunicarse con los vivos, probablemente un alma en pena, condenada a pasar un período más o menos largo en el purgatorio. El religioso se preguntó si en otros lugares se habrían registrado apariciones análogas, y comenzó a realizar investigaciones en ese sentido.

La búsqueda no resultó nada sencilla pero, al cabo de algunos años, el padre Jouet consiguió reunir muchos testimonios curiosos que parecían confirmar su hipótesis: en varios casos, almas que se encontraban en el purgatorio se habían manifestado a los vivos, pidiendo plegarias e intercesiones que apresuraran su llegada al paraíso.

La documentación relativa a estos hechos increíbles se conserva justamente en el museo anexo a la iglesia del Sagrado Corazón del Sufragio, un museo escalofriante que permite revivir, a través de las dramáticas «huellas de fuego» que han persistido de ellas, las sombrías historias que ocurrieron en el. pasado.

Una tablilla que tiene impresa la huella de la palma de una mano. La extraña colección fue iniciada en 1897 por el párroco de la iglesia romana.

Era la noche del 21 de diciembre de 1838. José Stitz estaba leyendo un libro de oraciones cuando, de improviso, se estampó en una de las páginas la huella de una mano. El corazón de Stitz dio un brinco de temor, tanto más porque le pareció sentir una presencia insólita, una ráfaga de viento frío. Después, creyó escuchar una voz: reconoció la de su hermano, muerto hacía poco, que le suplicaba que hiciera rezar unas misas por su alma, para abreviar su estancia en el purgatorio. Stitz se sobresaltó; creyó que se había quedado dormido un momento, pero no era así: lo probaba la palma ennegrecida claramente visible en una página del libro.

También le hermana Margarita del Sagrado Corazón recibió, en la noche del 5 de junio de 1864, una visita de ultratumba. La religiosa estaba acostada; de pronto, su celda se llenó de sombras indistintas y una de éstas se fue concretando, lentamente, hasta hacerse reconocible: era la hermana Maria, muerta poco tiempo antes. La aparición, vestida con el hábito de las clarisas –orden a la que había pertenecido la difunta–, parecía desesperada. Cuando vivía –explicó a la atónita Margarita– había cometido un grave pecado: había deseado ardientemente la muerte, con el objeto de sustraerse a los dolores que le causaba la enfermedad que sufría, y a consecuencia de la cual murió. Por esto, le habían correspondido veinte años de purgatorio. El «fantasma» pidió luego oraciones que apresuraran su paso al paraíso. La hermana Margarita, aunque lógicamente se sentía aterrorizada, creía ser víctima de una alucinación. Y, para convencerla, la aparición quiso dejar un signo tangible de su presencia y tocó con un dedo de fuego la funda de su almohada.

Junto a este documento, se encuentra en la iglesia del Sagrado Corazón del Sufragio otro testimonio ultraterreno. Fue dejado, el 1 de noviembre de 1731, por el padre Panzini, abad de la ciudad italiana de Mantua. Su venida a este mundo para pedir la intercesión de los vivos se estampó sobre la túnica de la venerable madre Isabella Fornari, abadesa de las clarisas de Todi, con dos huellas, la segunda de las cuales quemó el hábito y la camisa de la religiosa. El padre Panzini dejó además otros «signos» en hojas de papel y en una mesilla de madera en la que hasta quedó impresa una cruz.

La huella de una mano y de una cruz, dejadas, según las hipótesis que se barajaron en la época, por almas que permanecían en el purgatorio y se presentaban a los vivos para pedir oraciones que aceleraran su paso al paraíso.

La lista podría continuar largamente, pero bastará con recordar aquí otra historia vinculada a una huella de fuego. Se remonta a 1814. Una noche de ese año Margarita Demmerlé, de Metz (Francia), recibió la visita de la madre de su marido: «Soy tu suegra, muerta de parto hace treinta años –dijo el fantasma–. Haz una peregrinación al santuario de Nuestra Señora de Marienthal por mí.» La nuera obedeció, y cuando hubo realizado la peregrinación, la difunta reapareció. Después de agradecerle su bondad le dijo que, finalmente, estaba a punto de ascender al paraíso y le dejó un «recuerdo»: una huella de fuego en el vestido que llevaba.

¿Qué decir a propósito de este insólito «museo del más allá»? Quizá convenga subrayar, en primer lugar, que los episodios ocurrieron en épocas pasadas, cuando la gente quizá estuviera más dispuesta a aceptar la posibilidad de estas «visitas». Hay que observar, además, que estas extrañas apariciones siempre tuvieron lugar por la noche, en las horas que se han revelado como más idóneas para que se produzcan fenómenos de alucinación y sugestión.

Agreguemos, finalmente, que algunas de estas historias tienen como protagonistas, ya a religiosos, ya a creyentes fervientes, como José Stitz, que estaba leyendo un libro de oraciones cuando se le apareció su difunto hermano.

De modo que bien podríamos imaginar que estas personas –que, por otra parte, es posible que estuvieran adormiladas, o en esa especie de ligero trance que tanto se parece al duermevela– hayan provocado ellas mismas esos fenómenos psicokinéticos. En ese caso, los «fantasmas» y sus «huellas de fuego» podrían haber sido creados por sus mentes que, fuertemente impresionadas por su presunto contacto con el más allá, habrían originado acontecimientos PK.

Huella en las páginas de un libro. Todos los episodios que se conocen tuvieron lugar por la noche; por lo tanto, se podrían explicar racionalmente como fenómenos psicokinéticos.

¿Será esta una explicación demasiado racionalista? No deja de ser extraño que ni siquiera quienes creen en la realidad del espiritismo hagan figurar con seguridad «las huellas de fuego» entre los fenómenos que dan fe de una comunicación entre este y «el otro mundo». Hechos de este tipo suceden muy pocas veces en el curso de sesiones mediúmnicas. El estudioso alemán Hartmann informó acerca de uno, ocurrido en presencia de la médium Elisabetta Esslinger:

En el transcurso de una sesión, la mujer, antes de estrechar la mano a una presunta «pobre alma», liberada por medio de sus asiduas plegarias, se envolvió la mano con un pañuelo. Fue una protección utilísima, porque el apretón hizo saltar chispas que dejaron sobre la tela trazas de quemaduras en forma de mano.

Por otro lado, en un opúsculo editado por los misioneros del Sagrado Corazón se puede leer:

La Iglesia condena el espiritismo, considerado una creencia susceptible de evocar con prácticas mediúmnicas el espíritu de los difuntos. Pero el museo recoge solamente huellas causadas por almas que volvieron espontáneamente, para pedir sufragios de plegarias o buenas obras.

Las «huellas de fuego» se hallan, por lo tanto, estrechamente ligadas a un problema de fe. Misteriosas, enigmáticas, constituyen un desafío inquietante para el hombre del año 2000 que, evidentemente, es ya incapaz de sumergirse en una atmósfera que haga posibles fenómenos de este tipo.

¿Existe el crimen perfecto?




aparecido el cadáver ensangrentado de un hombre entre el mobiliario desordenado de la habitación de un hotel. Un sinfín de curiosos acuden a los gritos histéricos Estudio balístico sobre casquillos percutidos realizado por el Departamento Policía Científica de la Guardia Civilde la empleada de la limpieza que lo ha descubierto. El encargado ha llamado a la policía pero, entre tanto, algunos voluntarios, en su afán de colaborar, levantan muebles y apilan los objetos esparcidos por los alrededores para entregárselos a los cuerpos de seguridad. Alguien, incluso, ha dado la vuelta al cadáver para identificarlo y un conserje cerró la ventana de la terraza porque hacía frío y para evitar miradas indiscretas.

A su llegada el teniente de la policía monta en cólera y ordena la detención de todas las personas que se encuentran en la escena del crimen.

Luismi, ¿por qué se ha enfadado tanto el teniente con esta gente que sólo pretendía colaborar?

Muy sencillo. Es cierto que somos curiosos por naturaleza pero esta curiosidad puede hacer que en lugar de colaborar contaminemos gravemente la escena del crimen dejando huellas y marcas que van a confundir a los investigadores y sin querer estemos borrando las auténticas.

Por ejemplo, la persona que movió el cadáver y ordenó los muebles está impidiendo la reconstrucción de los movimientos previos al desenlace. El que cerró la puerta de la terraza ha dejado sus huellas en el picaporte y omitiendo el dato de que se hallaba abierta tal vez cierre la posibilidad de que el asesino huyera por ella. Las personas que recogieron los objetos para la policía no sólo han dejado sus pisadas en la moqueta y sus huellas en el arma del crimen sino que, sin darse cuenta, han sacado de la escena una colilla que el asesino fumó unos minutos antes y varios cabellos que hubieran podido identificarlo. Y no se percataron porque iban adheridos a las suelas de sus zapatos.

De ahí la importancia de no tocar nada en la escena del crimen, incluso impedirlo hasta que llegue la policía o la Guardia Civil. Cualquier objeto por insignificante que sea puede tener una importancia fundamental en el desarrollo de la investigación.

¿Existe el crimen perfecto?

Si el crimen perfecto es aquel en el que no se ha dado con el asesino, podríamos decir que todos los crímenes sin resolver son crímenes perfectos. (tenemos una larga lista de crímenes sin resolver alguno de ellos ya tendremos oportunidad de comentar). Pero yo no creo en el crimen perfecto, sólo existe una investigación imperfecta. Fallos policiales o fallos en la instrucción judicial, negligencias, omisiones, o incluso falta de presupuesto para abordar la investigación. Y finalmente el asesino se va de rositas.

Ten en cuenta que el asesinato de una persona no siempre es cometido por dementes, a veces lo realizan mentes privilegiadas con un altísimo coeficiente intelectual, existen sicarios a sueldo, mafias organizadas, delincuentes profesionales o terroristas que cometen sus crímenes estudiando meticulosamente a sus víctimas y procurándose coartadas aparentemente perfectas. El hombre puede prever una gran cantidad de probabilidades en su premeditación delictiva, pero no puede luchar contra el azar. Es muy difícil prever contrariedades inesperadas como un testigo de última hora, el pinchazo de una rueda, un perro que se cruza, un pelo que se nos cae, una colilla, una microfibra de nuestra ropa, una huella de zapatos o de neumáticos.... Es imposible preverlo todo. Y donde más huellas se dejan es en las huidas precipitadas.

Pero el investigador debe encontrar esas pistas.

¿Cómo actúa la policía nada más tener conocimiento de un asesinato?

En primer lugar se establece un perímetro de seguridad, se da aviso al juez de guardia y se realiza una primera inspección ocular. La comisión judicial está formada por el juez instructor, el secretario judicial (que levantará Huella digital en la que se señalan sus puntos característicos. La de la foto corresponde al autor de la muerte de un taxista en Alcalá la Realacta) y el médico forense que determinará si el cuerpo es cadáver aportando sus primeras impresiones (ofrecerá una fecha u hora estimativa de la muerte basándose en la rigidez cadavérica o la presencia de livideces, por ejemplo.)

Huella digital en la que se señalan sus puntos característicos. La de la foto corresponde al autor de la muerte de un taxista en Alcalá la RealEn estos casos agentes especializados suele ir dotados con material técnico para la recogida de muestras, cámaras fotográficas, de vídeo, útiles de dactiloscopia, reactivos para la búsqueda de huellas (carbonato de plomo).

En el caso de que el cadáver estuviese en avanzado estado de descomposición incluso se toman muestras de fauna cadavérica que serán analizadas por los entomólogos forenses.

Por último cuando el juez ordena el levantamiento del cadáver el cuerpo se conduce al Inst. Anatómico Forense donde se le practicará la autopsia mientras que la policía continúa con las pesquisas tomando declaración a testigos y sospechosos. De ahí que el teniente de policía ordenara la detención de esos “curiosos”, por que el asesino podría estar entre ellos fingiendo colaborar y podía estar borrando sus propias huellas.

¿Qué información aportan esos bichejos que se encuentran en los cadáveres?

La Entomología es la ciencia que estudia los insectos, pues bien, como sabemos, al morir nuestro cuerpo se descompone y es literalmente devorado la fauna necrófila, (Escuadrones de la muerte) que en realidad son siete plagas sucesivas de insectos que dejan el cadáver en los huesos en algo más de 4 años, de ahí que en los cementerios municipales esté prohibida la apertura de los nichos antes de los cinco años de la muerte.

Pues bien, el entomólogo forense, atendiendo a la especia necrófaga que esté actuando en cada momento y a los condicionantes ambientales puede aproximarse a la data de la muerte. Incluso la presencia de determinados invertebrados que no son habituales en el lugar donde se encontró el cadáver puede indicarnos que el cuerpo fue trasladado posteriormente. Gran interés tienen, por ejemplo, los insectos atrapados en los paquetes con droga que nos pueden informar del país de procedencia o incluso los insectos adheridos en las matrículas de los vehículos utilizados por los terroristas que también pueden aportar valiosa información.

Todos hemos oído hablar de una autopsia, pero ¿en qué consiste realmente?

La autopsia es la prueba reina en la investigación. Se dice que con una autopsia bien hecha tenemos resuelto el 90% del caso. Es verdaderamente increíble cómo el cadáver puede “hablar” y mantiene una última “conversación” con el forense. Impresiona la cantidad de luz que nos aporta. Podemos saber con toda seguridad si la muerte le sobrevino de forma accidental o natural, si fue por causa violenta, si se trata de un suicidio, un homicidio, si fue envenenado, asfixiado, estrangulado, electrocutado, a qué hora. Nos informa de la posición frente al agresor, si este era zurdo o no, si intervinieron más personas, las características del arma empleada y, en determinados casos, hasta el peso y la estatura del asesino.

La autopsia inicia la autopsia abriendo la bóveda del cráneo examinando el cerebro, después el cuello, el tórax, el abdomen y por último la zona genital. Porque una muerte violenta siempre deja un rastro en el cuerpo. Por ejemplo, el color cereza de la piel delata una muerte por inhalación de monóxido de carbono. El hongo de espuma en los pulmones y partículas de algas diatomeas delatan una muerte por inmersión. En un estrangulamiento, por ejemplo, la autopsia nos dice si fue por asfixia o por la presión del nervio vago a su paso por el cuello. Si es por asfixia aparecerán unas pequeñas manchas rojizas (petequias) en la pleura. Y algo muy curioso, analizando el potasio del humor vítreo (líquido detrás del iris) el forense se puede aproximar asombrosamente a la hora exacta de la muerte con una precisión de minutos.

Hoy el forense dispone de rayos X, Tac, o resonancias magnéticas para el análisis exhaustivo del cadáver. Los avances en la bioquímica o en la histopatología son de una gran ayuda. Por ejemplo los cromatógrafos de gases detectan rastros mínimos de sustancias tóxicas y venenos que emanan de los cadáveres.

¿Qué otros recursos utiliza la policía o los forenses para desvelar al asesino?

La policía científica dispone hoy en día de medios técnicos que Diversas armas utilizadas para crímenes en la provincia de Jaén y que se conservan como “piezas de convicción” en la Audiencia Provincial de Jaénharían las delicias de Sherlock Holmes y que tenemos oportunidad de ver en la serie televisiva CSI (Crime Scene Investigation). Pero aún no se ha inventado ninguna máquina que sustituya la experiencia, la pericia y la intuición humana que siguen siendo valores fundamentales para desvelar al asesino.

Un obsesión de la policía fue siempre la identificación, primero se usó la fotografía (1929) después la antropometría (1879) , una complicada técnica a base de cientos de medidas y descripciones corporales. A principios del siglo XX se incorpora la dactiloscopia que como todos sabéis es el estudio de la huellas digitales que sigue vigente. Los dibujos de las crestas papilares son únicos y aparecen a partir del sexto mes de vida intrauterina.

Los departamentos de Balística estudian estudios de las armas de fuego y de la munición. Se determina el tipo de casquillo, quien los fabricó, el año, su calibre, si son artesanales…etc También de los proyectiles alojados en el cuerpo de la víctima podemos conocer la trayectoria y el ángulo de los disparos y la posición del agresor.

Pueden detectarse micropartículas de pólvora, manganeso y otras sustancias que se liberan tras la detonación de un arma de fuego y que se incrustan en la dermis de las manos pudiéndose y que se pueden localizar incluso con varios meses de retraso. Los peritos calígrafos, expertos en grafología, muy útiles en la localización de firmas falsas o de cartas anónimas…

Los laboratorios centrales de policía científica disponen en la actualidad de avanzados sistemas digitales de reconocimiento de voz, o digitalización electrónica de huellas, de retratos robots, equipos láser (distinta longitud de onda) que desvelan manchas y marchas inapreciables a simple vista, o técnicas de biomecánica que reconstruye virtualmente el suceso a partir de la forma y distribución de las manchas de sangre.

La prueba del ADN ¿es tan precisa como dicen?

No cabe duda que los avances en genética y biología molecular han revolucionado la criminalística biológica. La huella genética fue incorporada en 1984 por Alex Jefrey y marcó un antes y un después en la investigación criminal. Los genes de cada persona constituyen una huella única e irrepetible que está presente en el ADN de cada una de nuestras células y los humanos estamos desprendiendo células continuamente, al que a simple vista no se ve. Por ejemplo en la saliva que pega un sello, en el bulbo de un cabello, en el epitelio labial adherida a un cigarro, o en un vaso, o las manchas de sangre o en el semen. Incluso se ha encontrado ADN en las huellas dactilares.

En la actualidad esta prueba tiene un alto índice de eficacia se han resuelto eficazmente muchos crímenes y violaciones gracias a la prueba del ADN. Hemos visto su efectividad en casos recientes como los crímenes de Rocio Warnikof o Sonia Carabantes y el papel que jugó el ADN encontrado en una colilla y que inculpó a Alexander Kin.

Tal vez en un futuro próximo sea posible que la huella genética de cada individuo se conserve en su historial como se conservan las huellas dactilares. Sólo el efecto disuasorio de este registro podría poner fin a multitud de delitos contra la libertad sexual. Pero existen corrientes de opinión que defienden la intimidad individual y están en contra de la manipulación genética y su manejo masivo

Dexter


Argumento

Dexter es un forense especializado en sangre en el Departamento de Policía de Miami. También es un fiel novio, un divertido padrastro, un hermano confidente y un freak de la sangre para algunos; pero además, Dexter es un psicópata que al terminar su turno en la comisaría busca a criminales cuestionables para su particular moral y deshacerse de ellos: Dexter es un asesino en serie. El único que desde su infancia le conoció realmente fue su padre, Harry Morgan, quien le dio la ética y el modus operandi con el que lleva a cabo sus crímenes, o su particular justicia: al darse cuenta de que el instinto asesino de su hijo adoptivo era imposible de evitar, decidió educarlo para sacar provecho de su "personal" habilidad y aportarle un código de actuación (el código de Harry) enfocado a perseguir y eliminar a aquellos asesinos que habían conseguido eludir la acción de la Justicia.

Reparto

* Michael C. Hall como Dexter Morgan
* Julie Benz como Rita Bennett
* Jennifer Carpenter como Deborah "Debra" Morgan
* Erik King como el sargento James Doakes
* Lauren Vélez como la teniente Maria LaGuerta
* David Zayas como Angelo "Angel" Batista
* James Remar como Harry Morgan
* C.S. Lee como Vincent "Vince" Masuka

Queen LIve Magic


Temas de La ultima Gira de queen con Freddie Mercury
# One Vision
# Tie Your Mother Down
# Seven Seas of Rhye
# A Kind of Magic
# Under Pressure
# Another One Bites the Dust
# I Want to Break Free
# Is This the World We Created?
# Bohemian Rhapsody
# Hammer To Fall
# Radio Ga-Ga
# We Will Rock You
# Friends Will Be Friends
# We Are The Champions
# God Save The Queen

SUEÑOS

Estás entrando en un mundo misterioso y fascinante donde las reglas de la realidad no aplican. Esperamos poder ayudarte a encontrarle sentido a tus sueños y lograr una mejor comprensión de ellos. Aquí encontrarás herramientas que te permitirán encontrar la clave para descubrir e interpretar su significado.

Desde la antigüedad los sueños han sido considerados una forma de contacto con la divinidad y la mejor forma de vaticinar eventos futuros. Los sueños nos traen cada noche universos insólitos, personajes misteriosos, visiones infernales o angelicales, episodios maravillosos que no podríamos vivir despiertos.
Soñar es abrir una puerta de la mente. Todas las esperanzas, ambiciones, deseos, miedos, fantasmas, amigos, tiempos buenos y malos residen allí, son parte de la mente primitiva y constituyen una vía de acceso a realidades que están más allá del alcance de la lógica, han sido objeto de estudio a través de los siglos y forman una parte importante del psicoanálisis moderno.

Sabemos que tus sueños son únicos. Ninguna otra persona puede tener tus antecedentes, tus emociones, o tus experiencias. Cada sueño se conecta con su propia "realidad". Por lo tanto, al interpretarlos, es importante ponerlos en el contexto de tus experiencias y vida personal.

Recuerda que un sueño unifica al cuerpo, mente, y espíritu. Provee conocimientos sobre nosotros mismos y medios para la exploración de la propia personalidad. Si comprendes tus sueños, te habrás conocido y entendido un poco mejor y puedes llegar a conocer y mejorar aspectos de tu propia personalidad.

Los sueños parecen ser una manera por la cual el subconsciente considera, clasifica y procesa todos los problemas que se encuentran en la vida despierta. Muchas personas piensan que todo lo que se ha dicho sobre la mente y el psicoanálisis, relacionado con la interpretación de los sueños, son tonterías, pero no deberíamos caer en el error de pensar que se trata de una seudociencia. El trabajo de famosos psicoanalistas como Freud y Jung ha ayudado a miles de personas normales y sanas, por no mencionar los muchos casos de perturbaciones mentales graves. Sus hallazgos pueden ser aplicados de una forma sencilla a la propia experiencia de cada uno. Al igual que los médicos pueden tratar enfermedades físicas graves y enseñar al mundo en general las reglas básicas de la higiene personal o del hogar, también los psicólogos han enseñado a personas bien equilibradas, como pueden conocerse a sí mismas y llevar una vida más feliz.

Los sueños se constituyen de pensamientos del soñador. Es muy difícil, si no imposible, interpretarlos si no se conoce al soñante. Para reconocer el significado, es necesario conocer los "antecedentes" de la persona. Por esta misma razón, la mejor interpretación la puede dar el mismo soñante. El diccionario de símbolos en los sueños es sólo una guía para desarrollar esta labor.

Aprovecha esta oportunidad que te brinda tu subconsciente, descubre el sitio, investiga tus sueños, conoce personas con sueños similares, aprovecha las experiencias de los demás, compartiendo los tuyos propios.

ouija


No todo el mundo está preparado de igual manera para realizar una sesión ouija ya que la mente juega un papel muy importante, por ello, quien se siente frente al tablero, posea como mínimo una higiene mental adecuada y responsabilidad de sus actos.

No es recomendable que practiquen ouija las personas con creencias extremistas, ya sean políticas, religiosas o sociales ni personas que ansíen desesperadamente una solución a sus problemas.

Si realiza ouija con temor y tiene miedo, es mejor que se retire y no entre en una experimentación que podía resultar altamente negativa. Es mejor estar convencido de lo que se hace.

Se debe formar un grupo de personas que no tenga los requisitos anteriores y reitero grupo, pues la guija no se debe realizar individualmente, entre los miembros del grupo tiene que haber un mínimo de relación y armonía en la que elegir adecuadamente un líder que dirigirá la sesión ouija. Esta persona será la encargada de realizar las preguntas así como cortar la sesión si ocurre algún problema.

Bueno, pues ahora ya estáis preparados para realizar la sesión ouija pero primero hay que realizar una mentalización, visualización y el juego de la verdad que bastarán con una reflexión de intenciones, respiraciones para relajarse e intentar ser objetivos y no caer en la tentativa de las imaginaciones.

Un apunte importante sería que el dueño del tablero debe repetirse las siguientes frases con tal de no caer en la sugestión y entrar en personalizaciones:

miércoles, 27 de agosto de 2008

Hitler Biografia


Adolf Hitler nació en Braunau am Inn, una pequeña aldea cerca de Linz en la provincia de la Alta Austria, no muy lejos de la frontera alemana, en lo que entonces era el Imperio Austrohúngaro. Fue el cuarto hijo de seis. Su padre, Alois Hitler, (1837–1903), fue un agente de aduanas. Su madre, Klara Pölzl, (1860–1907), fue la tercera esposa de Alois. Ella era también su prima, así que se tuvo que obtener una dispensación papal para el matrimonio. De los seis hijos de Alois y Klara, sólo Adolf y su hermana Paula llegaron a la edad adulta. El padre de Hitler también tuvo un hijo, Alois Jr, y una hija, Angela, con su segunda esposa.

Alois Hitler nació fuera de matrimonio. Durante los primeros 39 años de su vida llevó el apellido de su madre, Schicklgruber. En 1876, tomó el apellido de su padrastro, Johann Georg Hiedler. En el siglo XIX eran comunes en Austria las variantes del apellido Hüttler, Hiedler, Hittler y Hitler. La teoría del escritor Franz Jetzinger de que el apellido guarda relación con el checo Hidlar o Hidlarcek[3] ha sido citada en la literatura en numerosas ocasiones,[4] pero es actualmente rechazada: lo más probable es que todas esas variantes deriven de Hütte (choza), con lo que el apellido significaría algo así como "pequeño campesino" o "el que vive en una cabaña".[5]

La propaganda de los Aliados explotó el apellido original de la familia de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. Panfletos portando la frase "Heil Schicklgruber" fueron lanzados desde el aire sobre ciudades alemanas. Pero él nació legalmente como Hitler y fue también relacionado con Hiedler a través de su abuela materna, Johanna Hiedler.

El nombre "Adolf" viene del antiguo alto alemán y significa "lobo noble" (Adel=nobleza + wolf=lobo).[6] De ahí que uno de los apodos de Hitler puestos por él mismo fuera Wolf o Herr Wolf —comenzó a usar este apodo a principios de los años 1920 y se le dirigían con él sólo los amigos íntimos (como "Tío Wolf" por los Wagner) hasta la caída del Tercer Reich.[7] Los nombres de varios de sus cuarteles generales dispersos por toda Europa Continental (Wolfsschanze en Prusia Oriental, Wolfsschlucht en Francia, Werwolf en Ucrania, etc.) reflejan esto. Hitler era conocido como "Adi" por su familia y parientes más cercanos.

Como niño, Hitler dijo que era azotado a menudo por su padre. Años más tarde le dijo a su secretaria, "Entonces tomé la decisión de no llorar nunca más cuando mi padre me azotaba. Unos pocos días después tuve la oportunidad de poner a prueba mi voluntad. Mi madre, asustada, se escondió en frente de la puerta. En cuanto a mí, conté silenciosamente los golpes del palo que azotaba mi trasero."[8]

El abuelo paterno de Hitler fue muy probablemente uno de los hermanos Johann Georg Hiedler o Johann Nepomuk Hiedler. Hubo rumores de que Hitler tenía alguna parte de sangre judía y de que su abuela, Maria Schicklgruber, se embarazó mientras trabajaba como criada en una familia judía. Las implicaciones de estos rumores fueron políticamente explosivos para el proponente de una ideología racista. Los adversarios intentaron demostrar que Hitler tenía antepasados judíos o checos. Aunque estos rumores no fueron nunca confirmados, para Hitler fueron una razón suficiente para ocultar sus orígenes. Según Robert G. L. Waite en The Psychopathic God: Adolf Hitler, Hitler convirtió en ilegal para las mujeres alemanas trabajar en familias judías, y después del "Anschluss" (anexión) de Austria, Hitler convirtió la ciudad natal de su padre en una área de prácticas de artillería. Waite dice que las inseguridades de Hitler en este respecto pueden haber sido más importantes que si la ascendencia judía pudo ser probada por sus compañeros.

La familia de Hitler se trasladó a menudo, de Braunau am Inn a Passau, Lambach, Leonding y Linz. El joven Hitler fue un buen estudiante en primaria. Pero en sexto, su primer año de enseñanza secundaria (Realschule) en Linz, suspendió y tuvo que repetir el curso. Sus profesores dijeron que no tenía "deseo de trabajar". Uno de los compañeros de Hitler en la Realschule fue Ludwig Wittgenstein, uno de los más destacados filósofos del siglo XX. Un libro de Kimberley Cornish sugiere que los conflictos entre Hitler y algunos estudiantes judíos, incluyendo Wittgenstein, fueron un momento crítico en la formación de Hitler como un antisemita.[9]
¿Wittgenstein? y Hitler en la escuela en una fotografía tomada en la Linz Realschule en 1903.
¿Wittgenstein? y Hitler en la escuela en una fotografía tomada en la Linz Realschule en 1903.

Hitler afirmaba que su bajón en la educación fue una rebelión contra su padre, que quería que el niño le siguiera en una carrera como agente de aduanas; en cambio, Hitler quería convertirse en pintor. Esta explicación se sostiene aún más por la posterior descripción de Hitler de él mismo como un artista incomprendido. No obstante, después de la muerte de Alois el 3 de enero de 1903, el trabajo escolar de Hitler no mejoró. A la edad de 16 años, Hitler abandonó la educación secundaria sin un título

Adolescencia en Viena y Múnich

Hitler era un chico inteligente, pero cambiante, y en dos ocasiones suspendió el examen de entrada a la Universidad de Linz. Allí quedó cautivado por las lecturas pangermánicas y antisemitas del profesor Leopold Poetsch, quien influyó notablemente en la mente del joven.

Hitler era devoto de su madre y probablemente odiaba a su padre, quien era un estricto disciplinario. Padre e hijo tampoco compartían sus ideas políticas. Alois Hitler también deseaba que su hijo llegara a ser funcionario como él, empleo del que se sentía muy orgulloso y al que había llegado prácticamente sin una base académica. Pero al joven Hitler ese futuro no le seducía en absoluto, ya que estaba demasiado alejado de su objetivo, las artes. Se interesó por la pintura y la arquitectura, pero no logró ser admitido en la Escuela de Bellas Artes de Viena al no poseer talento.

Hitler, en su libro Mein Kampf (Mi Lucha), es respetuoso con su padre, aunque indica que había diferencias irreconciliables sobre su firme decisión de convertirse en artista. Alois falleció en enero de 1903 y Klara, tercera mujer de Alois y madre de Adolfo Hitler, murió de cáncer en diciembre de 1907, lo que le afectó profundamente.

Muchos historiadores especulan que su odio extremo hacia los judíos era por la posibilidad de que el padre biológico de Alois (y por tanto su abuelo) fuera de origen judío, lo que fue desmentido luego. Otros lo atribuyen a que su madre murió al cuidado de un médico judío, pero el mismo Hitler pareció estar agradecido por sus atenciones (le regaló una pintura y más tarde como canciller le permitió salir de Austria). Según algunos, sería la idea de la supuesta influencia sionista para que Estados Unidos entrara en la guerra. Hasta la fecha, ninguna de estas aseveraciones ha sido convincentemente confirmada. Otra hipótesis afirma que fue simplemente por estrategia política. Hilter encontró un culpable simbólico que le permitía justificar fácilmente el nacionalismo alemán y superar la lucha de clases (lo que en Psicología básica se denomina chivo expiatorio). El banquero no era malo por ser banquero, sino por ser judío. Si el banquero era alemán, nacionalista alemán, sólo podía empeñar la plusvalía que obtenía a costa de los trabajadores en engrandecer Alemania. Era una adaptación de la idea fascista del nacionalismo para superar la lucha de clases, pero era mucho más potente al identificar un enemigo mítico contra el que ya existía recelo y aversión mítica y antigua (los judíos como responsables de la muerte de Cristo). Una brillante idea con la que promover un movimiento unitario con una gran dosis de crítica y acción constructora (la gran Alemania) y una no menor dosis de destrucción y violencia mítica. La acción política perfecta: construir y destruir como propuesta política.

Según sus escritos, él consideraba a los judíos como una raza extranjera en territorio alemán y compartía muchas de las ideas antisemitas comunes en la época, que eran de origen muy antiguo (un ejemplo de esto lo tenemos en la influencia del panfleto apócrifo Los protocolos de los sabios de Sión). Así es como hablaba de una "conspiración judeo-bolchevique" (en la que incluía a todos los movimientos de izquierda por igual), al mismo tiempo que culpaba a los empresarios y financistas judíos de los problemas económicos por los que pasaba Alemania en ese entonces (algunos de sus primeros discursos versaban sobre lo que él llamaba "la esclavitud del interés"). Como se verá, eso llevó a acusarlos también de llevar a Alemania a la derrota en 1918.

En 1905 abandonó la escuela secundaria de Linz para ir a Viena e ingresar en la Academia de Bellas Artes con el fin de convertirse en pintor, pero fue rechazado en el examen de ingreso. A pesar de su fracaso, decidió quedarse en Viena, viviendo de la venta de sus pinturas con grandes dificultades económicas (llegó a vivir durante tres años en un albergue para indigentes), para seguir pintando y presentarse a un segundo examen de ingreso, que no llegó a realizar nunca. Viena, una ciudad cosmopolita, con mucha vitalidad intelectual y multicultural, le era por completo incomprensible. En aquella época, en Viena existía un importante ambiente antisemita.

Se trasladó a Múnich en 1913 para eludir el servicio militar en su país, aparentemente porque no deseaba servir a las órdenes de oficiales húngaros y judíos, y atraído también por la prosperidad y fortaleza que mostraba Alemania, en contraste con la decadente y débil Austria.

Primera Guerra Mundial

Al inicio de la Primera Guerra Mundial (1914) decidió alistarse como voluntario en el ejército alemán. Realizó su servicio en Francia y Bélgica como mensajero del 16° Regimiento de Infantería Bávara de Reserva, que lo expuso al fuego enemigo. También aprovechó para dibujar algunas historietas y dibujos de instrucción para el periódico del ejército. Fue ascendido al rango de cabo y condecorado en varias ocasiones por su valor en combate, destacando especialmente la consecución de la Cruz de Hierro de segunda clase el 2 de diciembre de 1914, y la Cruz de Hierro, primera clase, el 4 de agosto de 1918, un honor raras veces dado a un soldado de tan baja graduación (ya que aún no era ciudadano alemán, no fue promovido más allá del grado de cabo). En octubre de 1916, en el norte de Francia, Hitler fue herido en la pierna, regresando al frente en marzo de 1917.

Hitler era considerado como un soldado «correcto», pero según se informa era impopular entre sus compañeros debido a una actitud poco crítica hacia los superiores. «Respetar al superior, no contradecir a nadie, obedecer a ciegas», dijo, describiendo su actitud mientras era enjuiciado por el putsch de Múnich en 1923. Uno de sus camaradas comentó: «Nos quejamos sobre él y encontrábamos intolerable que entre nosotros tuviéramos a un cuervo blanco» (Haiden, 1936).

El 15 de octubre de 1918, poco antes del final de guerra, Hitler fue trasladado a un hospital de campaña, donde quedó temporalmente ciego por un ataque con gases tóxicos. Una investigación realizada por Bernhard Horstmann indica que su ceguera pudo haber sido resultado de una reacción histérica a la derrota alemana. Hitler expresó metafóricamente que durante aquella experiencia, al quitarse la venda que cubría sus ojos, fue cuando descubrió que el objetivo de su vida era lograr la salvación de Alemania. Mientras, fue tratado por un médico militar y un especialista en psiquiatría, que, según se informa, diagnosticó al cabo como «incompetente para comandar gente» y «peligrosamente psicótico». Su comandante declaró: «¡Nunca promoveré a este histérico!». Sin embargo, el historiador Sebastian Haffner, refiriéndose a la experiencia de Hitler en el frente, sugiere que por lo menos tuvo algún tipo de entendimiento con los militares.

La capitulación alemana en noviembre de 1918 lo impactó de sobremanera, pues en la creencia popular alemana el ejército alemán permanecía invicto. Como muchos otros nacionalistas alemanes, Hitler culpó a los socialdemócratas («los criminales de noviembre») por la rendición. Una explicación extendida por la derecha conservadora sobre la capitulación era la Dolchstoßlegende («la leyenda de la puñalada por la espalda»), que pretendía argumentar que a espaldas del ejército los políticos socialistas y marxistas habían traicionado y «apuñalado» a los alemanes y sus soldados por la espalda. El Tratado de Versalles impuso reparaciones de guerra y otras sanciones económicamente muy perjudiciales para el país, declarando a Alemania culpable de los horrores de la Primera Guerra Mundial. Durante la negociación del documento surgieron controversias entre el afán pacificador de W. Wilson, presidente de EE.UU. y el vengativo revanchismo del premier francés, Georges Clemenceau. La reconciliación nunca estuvo dentro de los objetivos de Gran Bretaña y Francia porque, desde mediados del siglo XIX, Alemania siempre había rivalizado con estas dos potencias, por la hegemonía de Europa y el control sobre los territorios coloniales en África y Asia. El tratado fue considerado por los alemanes como una humillación y fue un importante factor en la creación de las reivindicaciones sociales y políticas demandadas por Hitler y su Partido Nacionalsocialista para llegar al poder.

Inicios en el Nazismo
Artículo principal: Nazismo
Carné de Hitler como miembro del DAP
Carné de Hitler como miembro del DAP

Después de la guerra, Hitler permaneció trabajando para el ejército como espía militar, siendo destinado a la supresión de levantamientos socialistas, que estallaron a través de toda Alemania, incluyendo Múnich, lugar a donde Hitler regresó en 1919. Participó en el «pensamiento nacional», cursos organizados por el Departamento de Educación y Propaganda del grupo bávaro de la Reichswehr. Un objetivo clave de este grupo era crear una «cabeza de turco» para justificar la derrota alemana. Las cabezas de turco fueron encontradas en el Judaísmo Internacional, los comunistas y los políticos liberales, especialmente los miembros de la coalición de Weimar, que eran considerados como los «criminales de noviembre».

En julio de 1919, Hitler fue designado V-Mann (Verbindungsmann, término alemán para espía de la policía) del Aufklärungskommando (Comando de Inteligencia) de la Reichswehr, con el objetivo de atraer a otros soldados de ideas similares, siendo asignado a infiltrarse en un pequeño partido nacionalista de extrema derecha, el Partido Obrero Alemán (DAP). Allí, Hitler conoció a Dietrich Eckart, uno de los primeros miembros y fundador del partido.

Hitler comenzó a participar a tiempo completo en las actividades del partido. Ya a principios de 1921, Hitler era considerado como un gran orador, hablando frente a muchedumbres cada vez más grandes. En febrero, habló ante una muchedumbre de casi seis mil personas en Múnich. Para hacer pública la reunión, envió dos camiones de partidarios del Partido con esvásticas, causar conmoción y distribuir prospectos; fue el primer empleo de esta táctica. Hitler ganó notoriedad fuera del partido por sus discursos polémicos, atacando el Tratado de Versalles, a políticos y grupos rivales (sobre todo marxistas) y, siempre, a los judíos, a los que posteriormente intentaría exterminar en los campos de concentración.

Por entonces, sus principales enemigos eran los comunistas; para combatirlos, creó la Sturmabteilung —la S.A.— comandada por Johann Ulrich Klintzich, aunque el verdadero jefe era el capitán Ernest Röhm. Toma como emblemas la Hakenkreuz —la cruz gamada— y el saludo del fascismo italiano del brazo en alto.

Putsch de Múnich
Artículo principal: Putsch de Múnich
Dibujo de Hitler, 1923.
Dibujo de Hitler, 1923.

Alentado por este primer apoyo, Hitler decide usar a Ludendorff como rostro visible de un intento de golpe de estado que sería posteriormente conocido como "El Golpe del Salón de Cerveza". El partido nazi había tomado una imagen similar a la del fascismo italiano además de ciertos puntos de los programas políticos y en 1923, Hitler trató de emular la "Marcha sobre Roma" de Mussolini, realizando su “Campaña en Berlin”. Hitler y Ludendorff obtuvieron apoyo clandestino por parte de Gustav von Kahr, el regente de Bavaria (Regente de Facto), además de prominentes figuras del Reichswehr y la policía. Como lo demuestra la propaganda política, lo que buscaban era formar un nuevo gobierno.

El 8 de octubre de 1923, Hitler y la SA irrumpieron en una reunión pública liderada por Kahr en el Bürgerbräukeller, una cervecería a las afueras de München. Hitler anunció sus intenciones de formar un nuevo gobierno junto a Ludendorff, reclamando la ayuda de Kahr y de las fuerzas militares locales en la tarea de derrocar al gobierno regente en Berlín. Kahr negó la ayuda a Hitler y se unió a la oposición en cuanto pudo. Al día siguiente, cuando Hitler y sus seguidores marcharon desde la cervería hasta el Ministerio Militar Bávaro para derrocar al gobierno de ese estado como primer paso de su “Marcha sobre Berlín”, la policía disolvió la revuelta inmediatamente. Dieciseis miembros del NSDAP fueron muertos durante la refriega.

Hitler huyó hacia la casa de Ernst Hanfstaengl y pensó en el suicidio. Fue rápidamente arrestado por alta traición. Alfred Rosenberg se convirtió temporalmente en el líder del partido. Durante el Juicio, se le otorgó a Hitler casi tiempo ilimitado para hablar, lo que hizo que su popularidad creciera debido a su poderoso y convincente discurso nacionalista. El 1 de abril de 1924, Hitler fue sentenciado a 5 años de prisión en la Cárcel de Landsberg. Hitler recibió un trato privilegiado de los guardias y recibió muchas cartas de sus admiradores. Fue absuelto y liberado en diciembre de 1924 como parte de una amnistía masiva hacia prisioneros políticos. En total, solo cumplió 1 año de su condena.

Mein Kampf
Artículo principal: Mein Kampf

Si bien en Landsberg él dictada Mein Kampf (Mi Lucha, originalmente titulado "Cuatro años de lucha contra mentiras, estupidez y cobardía"), a su adjunto Rudolf Hess. [28] El libro, dedicado a la Sociedad de Thule miembro Dietrich Eckart, fue una autobiografía Y una exposición de su ideología. Se publicó en dos volúmenes en 1925 y 1926, la venta de alrededor de 240.000 ejemplares entre 1925 y 1934. A finales de la guerra, alrededor de 10 millones de ejemplares han sido vendidos o distribuidos.

Hitler pasó años esquivando los impuestos sobre los derechos de autor de su libro y ha acumulado una deuda tributaria de cerca de 405.500 Reichsmarks (6 millones € en dinero de hoy) por el tiempo que se convirtió en canciller (momento en el que su deuda se renunció). [29] [30]

Los derechos de autor de Mein Kampf en Europa es reclamada por el Estado Libre de Baviera y programado para finalizar el 31 de diciembre de 2015. Las reproducciones en Alemania están autorizados sólo para fines académicos y de forma muy comentado. La situación es, sin embargo, poco clara. El historiador Werner Maser, en una entrevista con Bild am Sonntag ha manifestado que Peter Raubal, hijo del sobrino de Hitler, Leo Raubal, tendría un caso legal fuerte para ganar el derecho de autor de Baviera si ejerciera. Raubal ha declarado que quiere ninguna parte de los derechos para el libro, que tendrá un valor de millones de euros. [31] La situación incierta ha dado lugar a los juicios contradictorios en Polonia y Suecia. Mein Kampf, sin embargo, se publica en los EE.UU., así como en otros países, como Turquía e Israel, por los editores con diversas posiciones políticas.

Reestructuramiento del partido

En el momento de la liberación de Hitler, la situación política en Alemania se había calmado y la economía mejorado, lo que obstaculizó las oportunidades de Hitler para la agitación. Aunque el Putsch de Hitler llego a tener cierta prominencia nacional, el puntal de su partido siguió siendo Munich.

Como Hitler aun tenia prohibido dar discursos públicos tras su liberación, el orador designado Gregor Strasser, quien en 1924 había sido elegido para el Reichstag, como Reichsorganisationsleiter, fue autorizado a organizar el partido en el norte de Alemania. Strasser, junto con sus hermanos menores Otto y Joseph Goebbels, enfatizaron el curso independentista del movimiento, haciendo hincapié en el elemento socialista de el programa del partido. Durante este tiempo surgió la Arbeitsgemeinschaft der Gauleiter Nord-West que se convirtió en una facción de oposición interna del partido, la cual momentáneamente amenazo la autoridad de Hitler, mas sin embargo esta fue rápidamente derrotada en la Conferencia de Bamberg en 1926, durante la cual se sumo a Hitler, Joseph Goebbels.

Después de este encuentro, el partido de Hitler quedo aun mas centralizado llegando a establer el llamado Führerprinzip ("Principio del líder") como el principio básico de la organización partidaria. Los dirigentes no serian elegidos por su grupo si no más bien designados por sus superiores siendo les delegada la completa responsabilidad ante ellos, al tiempo que se exigiría la misma obediencia incondicional de sus inferiores. De acuerdo con Hitler, todo el poder y la autoridad debía ser delegada de arriba hacia abajo.

Un elemento clave de la apelación de Hitler era su capacidad de evocar un sentido de orgullo nacional ofendido por el Tratado de Versalles que fuera impuesto a los vencidos del Imperio alemán por los aliados occidentales. Alemania había perdido importancia económica en Europa, con sus colonias y en la admisión de la responsabilidad exclusiva de la guerra con la que "accedió" a pagar una enorme factura por la reparación total de daños a las potencias aliadas por 132 millones de marcos. La mayoría de los alemanes estaban amargamente resentidos con estos términos, pero los primeros intentos nazis para ganar el apoyo del pueblo culpando de estas humillaciones al "Judaísmo internacional" no fueron precisamente un éxito entre el electorado. El partido aprendido rápidamente, y poco a poco métodos más sutiles de propaganda surgieron (la combinación de antisemitismo con un ataque a los fracasos del "sistema de Weimar" y las partes que lo apoyaban).

Habiendo fracasado en derrocar a la República por un golpe de Estado, Hitler persiguió la "estrategia de la legalidad": esto significaba adherirse oficialmente a las normas de la República de Weimar, hasta que legalmente hubiera adquirido el poder para luego transformarlo en un régimen. Algunos miembros del partido, sobre todo en el grupo paramilitar de la SA, se opusieron a esta estrategia, como Ernst Röhm que incluso llego a ridiculizar a Hitler llamándolo "Adolphe Legalité" (Adolfo legalidad/Adolfo el legal).

Ascenso al poder
Hitler en un desfile de las tropas SA en Nuremberg, noviembre 1935.

Tras su derrota en las elecciones presidenciales de 1932, los nazis y los comunistas iniciaron una ola de revueltas y violencia callejera que solamente empeoró la situación de los débiles e inestables gobiernos de Heinrich Brüning, Franz von Papen y Kurt von Schleicher al colapso. Estos gobiernos fueron incapaces de gobernar con la aprobación del Reichstag (Parlamento), por lo que dependían del Presidente Paul von Hindenburg para mantenerse. Hindenburg ya era muy anciano, y era propenso a ser manipulado.[10] Luego de forzar la renuncia de Schleicher, en enero de 1932, Hindenburg fue convencido por Papen de que solamente Hitler podría gobernar con aprobación del Reichstag[11] y lo nombró Canciller alemán el 30 de enero de 1933. Papen había pactado con Hitler días antes para formar un gobierno conjunto,[12] ya que pensó que podría dominar al futuro dictador. Hitler disolvió el Parlamento y convocó elecciones, liderando el Partido Nacional-socialista. Una semana antes de las votaciones, se produjo un incendio en el edificio del Reichstag y Hitler, tras acusar a la oposición comunista y social-demócrata del incendio, promulgó leyes de excepción, eliminando y persiguiendo a muchos adversarios políticos.

Consiguió la mayoría en las elecciones de mayo (aunque muchos historiadores señalan que no logró un apoyo importante por parte del pueblo alemán inicialmente). En poco tiempo, logró afianzarse en el poder, detentando los cargos de canciller y presidente de la República a la muerte de Hindenburg (2 de agosto de 1934), nombrándose a sí mismo Reichsführer. Estableció el nacional-socialismo como único partido legal. Eliminó a los oponentes de su propio partido y a colaboradores de dudosa fidelidad durante la llamada «Noche de los cuchillos largos», iniciando el proceso de eliminación de diversos grupos raciales, políticos, sociales y religiosos que consideraba «enemigos de Alemania» y «razas impuras», lo que más tarde le llevó a crear los campos de concentración para la liquidación sistemática de comunistas, judíos, Testigos de Jehová (Bibelforscher), gitanos, enfermos mentales y homosexuales, principalmente, así como a un intenso rearme.

Tercer Reich
Artículo principal: Alemania Nazi

Habiendo obtenido el poder político que necesitaba, Hitler llegó a obtener el apoyo y convencer a la mayoría de los alemanes de que el era su salvador de la economía ante de la depresión, del comunismo, el "judeo-bolchevismo", y el Tratado de Versalles, junto con otras minorías "indeseables". Los nazis eliminaron la oposición a través de un proceso conocido como Gleichschaltung.

Economía y cultura

Hitler estuvo a cargo de una de las mayores expansiones de la producción industrial y la mejora civil como nunca se había visto en Alemania, en su mayoría sobre la base de la deuda de flotación y el rearme. Durante un discurso de la Organización de las Mujeres Nacional Socialistas en septiembre de 1934, Adolf Hitler argumentó que para la mujer alemana su mundo era "su marido, su familia, sus hijos, y su casa." Esta política fue reforzada al instaurar la Cruz de Honor de la Madre Alemana, junto con incentivos económicos para la mujer que tuviera cuatro o más hijos. La tasa de desempleo se redujo sustancialmente, en su mayoría a través de la producción de armas y el envío de la mujer a casa, para que los hombres pudieran ocupar sus puestos de trabajo. En vista de esto, se llego a afirmar que la economía alemana logró emplear a todos, al menos según la propaganda de la época. Gran parte del financiamiento para la reconstrucción y el rearme vino de la manipulación de la moneda por Hjalmar Schacht, incluyendo los créditos a través de las cuentas mefo. Los efectos negativos de esta inflación se compensaron durante los años siguientes por la adquisición de oro de las tesorerías de las naciones anexadas.

Hitler también estuvo a cargo de una de las más grandes campañas de mejora de la infraestructura en la historia alemana, con la construcción de decenas de represas, autopistas, ferrocarriles, y otras obras civiles. Hitler insistió en la importancia de la vida familiar: los hombres debían ser el "sostén de la familia", mientras que las prioridades de la mujeres debían ser la educación de los hijos y las tareas domésticas. Esta revitalización de la industria y la infraestructura se produjo a expensas del nivel general de vida, al menos para los que no fueron afectados por el desempleo crónico después de la República de Weimar, ya que los salarios se redujeron ligeramente durante la Segunda Guerra Mundial y se aumento en un 25% costo promedio de vida. Los obreros y los agricultores, los votantes frecuentes del NSDAP, sin embargo, registraron un aumento en su nivel de vida.

El gobierno de Hitler auspicio la arquitectura en una escala inmensa, junto con Albert Speer que pasaría a ser el famoso "Arquitecto del Reich". Si bien como arquitecto fue importante en la aplicación clasicista y la re interpretación de la cultura alemana, Speer demostró ser mucho más eficaz como ministro de armamento en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial. En 1936, Berlín fue sede de los Juegos Olímpicos de verano, que fueron inaugurados y dirigidos por Hitler como una forma de demostrar la superioridad aria alemana sobre todas las demás razas. Olympia, la película sobre los juegos y otras películas documentales de propaganda para el partido nazi fueron dirigidas por el cineasta personal de Hitler, Leni Riefenstahl.

Aunque Hitler hizo planes para una Breitspurbahn (una red de ferrocarriles de amplio calibre) estos fueron cancelados tras el inicio de la II Guerra Mundial. De haber sido construido el ferrocarril, su calibre habría sido de tres metros, siendo incluso más amplio que el ferrocarril Great Western de Gran Bretaña.

Hitler también contribuyo al diseño de un automóvil accesible y practico para el pueblo, automóvil que más tarde se convertiría en el Volkswagen Beetle, cuyo diseño y construcción le fue encomendado al Ing. Ferdinand Porsche. La producción de este también fue aplazada a causa de la guerra.

Hitler consideró a la antigua Esparta como el primer estado Nacional Socialista, y alabó su tratamiento eugenésico de los niños deformes.

También otorgó la Orden del Águila Alemana, una de las mas altas distinciones del Tercer Reich, al industrial Emil Kirdorf en abril de 1937, en recompensa por su apoyo financiero durante su ascenso al poder. Al año siguiente, cuando murió, también le organizó un funeral de estado.

El rearme y nuevas alianzas
Artículos principales: Potencias del Eje e Pacto Tripartito

Si bien se especula que desde 1919, se mantenía un programa secreto para volver a armar un ejército por parte del gobierno Alemán, es en marzo de 1934, cuando Hitler anuncia públicamente que el ejército alemán se ampliaría a 600.000 hombres (seis veces el número estipulado en el Tratado de Versalles), así como la introducción de una Fuerza Aérea (Luftwaffe) y el incremento del tamaño de la Marina (Kriegsmarine). Gran Bretaña, Francia e Italia, así como la Sociedad de Naciones rápidamente condenaron estas acciones. Sin embargo, dado que Alemania nuevamente explicó que sólo estaba interesada en la paz, ningún país tomó medida alguna para detener este desarrollo y se permitió que el programa armamentista alemán continuara. Además, el Reino Unido no compartía la visión pesimista de Francia sobre Alemania, y en 1935 firmó un acuerdo naval con Alemania, lo que permitió aumentar el tonelaje alemán hasta un 35% del de la armada británica. Este acuerdo que se firmó sin consultar ni a Francia ni a Italia, debilitó directamente la Liga de Naciones y puso al Tratado de Versalles en camino hacia la irrelevancia.

En marzo de 1936, las disposiciones del gobierno alemán, violaron nuevamente el tratado al introducir tropas y ocupar nuevamente la zona desmilitarizada en Renania. Ante la inacción de los gobiernos de Gran Bretaña y Francia, el afán expansionista de Alemania se extendió. En julio de 1936, comenzó la guerra civil española cuando el ejército, dirigido por el General Francisco Franco, se sublevó contra el gobierno de la República. Tras recibir una petición de ayuda del General Franco en julio de 1936, Hitler envió tropas en apoyo de Franco, y España sirvió como banco de pruebas para las nuevas fuerzas alemanas y sus métodos, incluyendo el bombardeo de ciudades, como el de Guernica, en abril de 1937; hecho que impulsó al célebre pintor Pablo Picasso a realizar su célebre cuadro.

El conde Galeazzo Ciano, ministro de Asuntos Exteriores del dictador Duce Benito Mussolini, declaró el 25 de octubre de 1936 una alianza entre Berlín y Roma, a la que denominó "El Eje". El 25 de noviembre del mismo año, Alemania firmó el Pacto Anti-Comintern con Japón. Para fortalecer la relación con esta nación, Hitler se reunió en 1937 en Nuremberg con el príncipe Chichibu, hermano del emperador Hirohito.

El Pacto Tripartito fue firmado por Saburo Kurusu en representación del Imperio Japonés, Adolfo Hitler por Alemania y el Conde Galeazzo Ciano, el 27 de septiembre de 1940. Más tarde se amplió para incluir a Hungría, Rumanía y Bulgaria. Este grupo se conoció como las Potencias del Eje. Más tarde, el 5 de noviembre de 1937, en la Cancillería del Reich, Adolf Hitler celebró una reunión secreta con los ministros de Guerra y Exteriores, más los tres jefes de servicios, registrada en el Memorándum Hossbach y reveló sus planes para la apropiación de "espacio vital" (Lebensraum) para el pueblo alemán.

II Guerra Mundial

Triunfos iniciales

El 12 de marzo de 1938, Hitler presionó a Austria para la unificación con Alemania (el Anschluss) e hizo una entrada triunfal en Viena el 14 de marzo. A ello le siguió la intensificación de la Crisis de los Sudetes, en la zona de habla alemana de Checoslovaquia conocida como Sudetes; Esto condujo al Acuerdo de Munich de septiembre de 1938, que autorizó a la anexión y ocupación militar inmediata de estos distritos por parte de Alemania. Como resultado de la cumbre, la revista TIME proclamó a Hitler Hombre del Año de 1938. El Primer Ministro británico, Neville Chamberlain, saludó este acuerdo como la "paz en nuestro tiempo", pero al dar forma a las exigencias militares de Hitler, Gran Bretaña Y Francia también abandonaron Checoslovaquia a Hitler. Hitler ordenó al ejército alemán entrar en Praga el 15 de marzo de 1939, tomando el Castillo de Praga y de Bohemia y proclamando un protectorado alemán en Moravia.
Adolf Hitler en París.
Adolf Hitler en París.

Tras ello, Hitler eleva quejas relativas a la ciudad libre de Danzig y el corredor polaco (la Crisis de Danzig), que fue cedida por Alemania en virtud del Tratado de Versalles. Gran Bretaña no había podido llegar a un acuerdo con la Unión Soviética para una alianza contra Alemania, y, el 23 de agosto de 1939, Hitler firma a un pacto secreto de no agresión (el Pacto Molotov-Ribbentrop) con Stalin en el que se acordó la probable partición de Polonia entre La Unión Soviética y la Alemania nazi. El 1 de septiembre, Alemania invadió la parte occidental de Polonia. Después de haber garantizado la asistencia a Polonia, Gran Bretaña y Francia declaran la guerra a Alemania el 3 de septiembre, pero no actuan de inmediato. No mucho después de esto, el 17 de septiembre, las fuerzas soviéticas invadieron Polonia oriental.

Durante esta guerra, Hitler reconstruye sus fuerzas. En abril de 1940, ordena a las fuerzas alemanas a marchar sobre Dinamarca y Noruega. En mayo de 1940, Hitler ordena a sus fuerzas atacar Francia, la conquista de los Países Bajos, Luxemburgo y Bélgica. Francia se rindió el 22 de junio de 1940. Esta serie de victorias persuaden a su principal aliado, Benito Mussolini de Italia, para unirse a la guerra al lado de Hitler en mayo de 1940.

Gran Bretaña, cuyas fuerzas habían derrotado en Francia a los evacuados de la ciudad costera de Dunkerque, continuaron luchando junto a las fuerzas canadienses en la batalla del Atlántico. Después de sus gestiones en pro de la paz sistemáticamente rechazadas por el Gobierno británico, ahora conducido por Winston Churchill, Hitler ordena los bombardeos sobre las Islas Británicas, dando lugar a la Batalla de Gran Bretaña, un preludio de la ya prevista invasión alemana. Los ataques comenzaron a golpear por las bases de la Real Fuerza Aérea y la protección de las estaciones de radar sudeste de Inglaterra. Sin embargo, la Luftwaffe no derrota a la Real Fuerza Aérea a finales de octubre de 1940. La superioridad aérea para la invasión, denominada Operación Sealion, no estaba asegurada, y Hitler ordenó diversos bombardeos que se llevarián a cabo en ciudades británicas, incluyendo Londres y Coventry, en su mayoría por la noche.

La caída
Adolf Hitler y Benito Mussolini durante la visita de Hitler a Venecia del 14 al 16 de junio de 1934.
Adolf Hitler y Benito Mussolini durante la visita de Hitler a Venecia del 14 al 16 de junio de 1934.

El 22 de junio de 1941, tres millones de soldados alemanes atacaron la Unión Soviética, rompiendo el pacto de no agresión que Hitler había firmado con Stalin dos años antes. Esta invasión, llamada Operación Barbarroja, incautó grandes cantidades de territorio, incluidos los Estados Bálticos, Bielorrusia, y Ucrania. También rodearon y destruyeron muchas fuerzas soviéticas. Pero los alemanes no consiguieron llegar a Moscú en diciembre de 1941 por el invierno ruso unido a la feroz resistencia soviética reforzadas con tropas siberianas de Zhukov. La invasión no había logrado el triunfo rápido que Hitler quería.

Hitler firmó la declaración de guerra contra los Estados Unidos el 11 de diciembre de 1941, cuatro días después del del ataque del Imperio del Japón a Pearl Harbor, Hawai, muchos historiadores y revisionistas consideran este paso un grave error, pues logra así en su contra, una coalición que incluía el imperio más grande del mundo (el Imperio británico), el más grande del mundo industrial y financiero (los Estados Unidos), y el ejército más grande del mundo (la Unión Soviética).

A finales de 1942, las fuerzas alemanas fueron derrotadas en la Segunda Batalla de El Alamein, frustrando los planes de Hitler para aprovechar el Canal de Suez y el Oriente Medio. En febrero de 1943, la titánica batalla de Stalingrado acabó con el cerco y la destrucción del 6 º Ejército alemán. Poco después llegó la gigantesca Batalla de Kursk (1.300.000 rusos, 3.600 tanques, 20.000 piezas de artillería y 2.400 aviones, frente a 900.000 alemanes, 2.700 tanques, 2.000 aviones).

Desde Stalingrado, el plan militar de Hitler se volvió cada vez más errático y la situación económica se deterioró.

Después de la invasión aliada de Italia (Operación Husky) ,en 1943, el aliado de Hitler, Mussolini, fue depuesto por Pietro Badoglio, que se rindió a los Aliados. A lo largo de 1943 y 1944, la Unión Soviética constantemente forzó a los ejércitos de Hitler a retroceder a lo largo del Frente Oriental. El 6 de junio de 1944, los ejércitos occidentales aliados desembarcaron en el norte de Francia en lo que fue la operación anfibia más grande jamás realizada, la Operación Overlord.

En el ejército alemán, los más realistas sabían que la derrota era inevitable, y algunos oficiales dibujan un plan para deponer a Hitler del poder. En julio de 1944, uno de ellos, el ex-oficial de observación de artillería del mariscal Erwin Rommel, Claus von Stauffenberg coloca una bomba plantada en una de las Führer Sede de Hitler, la Wolfsschanze (Wolf's Lair), en Rastenburg, pero sin conseguir acabar con Hitler, este intento en uno de los atentados contra Hitler que más cerca estuvo de tener éxito.

Éste ordenó salvajes represalias, y una persecución implacable por parte de las SS lo que resulta en la ejecución de más de 4.900 personas, a veces por inanición en régimen de aislamiento seguido por estrangulación lenta. El principal movimiento de resistencia fue destruido, aunque pequeños grupos aislados siguieron funcionando. La lista de personajes que cayeron es extensa y se pueden citar a Wilhem Canaris, Erwin Rommel, entre otros

El atentado contra Hitler el 20 de julio de 1944 le dejó secuelas progresivas que lentamente fueron afectando su normal raciocinio, desenvolvimiento y dominio de la situación.

Hitler también experimentó un deterioro de la salud. Su mano izquierda temblaba; el biógrafo Ian Kershaw y otros creen que puede haber sufrido de la enfermedad de Parkinson. También se ha sospechado, por alguno de los´síntomas, que pudo haber padecido Sífilis, aunque las evidencias en favor de ello son mínimas.

Muerte de Hitler

Los detalles de su muerte siguen siendo debatidos y no comprobables todavía al ciento por ciento.

La versión oficial de los aliados —que concuerda con la versión dada por su secretaria personal, Traudl Junge, en el libro Hasta la última hora: la secretaria de Hitler cuenta su vida (Bis zur letzten Stunde: Hitlers Sekretärin erzählt ihr Leben), con la versión de Joachim C. Fest, historiador y biógrafo, en El hundimiento (Der Untergang) así como la biografía del General Freytag von Loringhoven— indica que Hitler renunció a intentar huir de Berlín y se suicidó con un tiro de pistola y, al mismo tiempo, ingiriendo una cápsula de cianuro en su Führerbunker, a 15 m de profundidad en el subsuelo del edificio de la Cancillería en Berlín, junto a su nueva esposa Eva Braun y rodeado de unos pocos incondicionales, el 30 de abril de 1945, cuando el Ejército Rojo, dirigido por el mariscal Georgi Zhúkov, tomaba Berlín y se encontraba a menos de 300 m del búnker.

Aquel día, Hitler almorzó en compañía de sus secretarias en un silencioso ambiente y después del almuerzo hizo matar a su perra Blondie. Luego dio a su ayudante Otto Günsche instrucciones estrictas sobre la cremación de su cuerpo y el de su esposa, probablemente para evitar que fueran exhibidos como «trofeos de guerra», recordando el ultraje del cadáver de su amigo Benito Mussolini, que fue colgado desnudo boca abajo junto con el de su amante en una gasolinera de Milán, donde fue golpeado, escupido y despreciado durante días. El siguiente relato procede del testimonio de Günsche:

"Hitler se retiró a eso de las 16 horas junto con Eva Braun a su despacho privado contiguo a la sala de mapas y Otto Günsche se paró frente al despacho esperando el momento de entrar; le acompañaba Linge. Se sintió un disparo ahogado y Günsche esperó unos 15 minutos de acuerdo a instrucciones; posteriormente Linge ingresó a la habitación de dos ambientes. Hitler estaba recostado a un extremo del sofá con un tiro en la sien, con salida de proyectil, de la cual aún manaba sangre, su boca tenía una grotesca mueca.

Según Günsche y Linge, Eva Braun estaba recostada al otro extremo con los ojos abiertos y una mueca de dolor en su rostro, una pistola estaba en la mesa a su disposición, pero no alcanzó a usarla, pues el cianuro suministrado por el médico personal de Hitler, Ludwig Stumpfegger, había sido rápido.

En efecto, Linge siguió a Günsche al entrar al compartimiento de Hitler, y una vez confirmada su muerte, levantó los cuerpos envueltos en una alfombra y los sacó al patio trasero de la Cancillería, en unos momentos en que llovían obuses rusos por doquier.

Günsche depositó ambos cuerpos en un orificio de obús, los roció con unos 200 l de gasolina y les prendió fuego. Mientras se consumían, unos cuantos testigos, entre ellos Martin Bormann, Goebbels, realizaron un nervioso y acongojado saludo militar, mas un obús que estalló cerca les obligó a volver al búnker sin verificar la total consumación de la incineración.

Su muerte se puso en duda durante mucho tiempo, creándose toda suerte de mitos.

Recientes versiones surgidas en los años 1990 del lado ruso, confirman que los soviéticos (NKVD), después de una infructuosa búsqueda en la que incluso hallaron a un doble de Hitler suicidado en una habitación de la Cancillería como una forma de despistar, por fin dieron con los restos irreconocibles en parte de Hitler, Braun y la familia Goebbels y que estos, secretamente aún para el mismo general Zhúkov, fueron transportados en cajas especiales a la frontera, a un cuartel militar que luego pasaría a ser territorio de la República Democrática Alemana.

Los rusos confirmaron inicialmente en 1955 la muerte de Hitler, pero no se mostraron evidencias muy sustanciales, salvo algunos detalles odontológicos, lo que confirmaba a pesar de todo que los rusos tenían los cuerpos.

Estos restos permanecieron secretamente enterrados bajo un jardín de dicho cuartel en la ciudad de Magdeburgo y sólo algunas autoridades de la NKVD sabían dónde estaban, hasta que en 1970 fueron exhumados, se extrajo el cráneo a Hitler y el resto de los cadáveres fue incinerado para evitar que su tumba fuera objeto de veneración, y las cenizas fueron lanzadas al alcantarillado de dicha ciudad.[cita requerida]

No se ha podido dar con el cráneo de Hitler, pero una parte signada como de Hitler, el hueso parietal de su caja craneana está en un Museo soviético.

El gran interés que despierta la figura de Hitler se debe precisamente a los ribetes de su extraordinario tipo de personalidad y su halo de impenetrabilidad. Hitler poseía un extraordinario carisma capaz de envolver no sólo a las personas, sino también a las masas, además de poseer una gran oratoria gesticular muy estudiada y una capacidad de liderazgo notable; pero quien haya permanecido con él diría lo mismo que opinó su ministro y arquitecto Albert Speer: «Nunca llegué a conocerlo».

Hitler era en sí un individuo muy autosuficiente y solitario. Muy pocas personas integraban su séquito personal, se pueden citar a Albert Speer, el fotógrafo Heinrich Hoffmann, Martin Bormann, Wilhelm Bruckner, Joseph Dietrich, Joseph Goebbels, Julius Schaub, Julius Schreck y el arquitecto Geisler y sus secretarias personales. A ellos les exigía lealtad a toda prueba y discreción.

Vegetariano, no fumador, abstemio, ecologista[cita requerida], se dice que promulgó las primeras leyes de la historia que penaban el maltrato a los animales[cita requerida], aunque la verdad es que las primeras leyes contra el maltrato animal ya proceden del imperio romano . Se dice que no permitía a sus colaboradores fumar y beber enfrente de él.

Hitler jamás visitó una ciudad bombardeada, un campo de concentración o un hospital [cita requerida].(la única excepción fue para visitar a las víctimas del atentado del 20 de julio). Un fiel ejemplo de este aspecto es que Hitler se negó a ver las fotos y filmaciones de las ejecuciones de los involucrados en el atentado ejecutado por Claus von Stauffenberg hacia su persona en 1944.

Una de las características más relevantes de la personalidad de Hitler era la capacidad de manipular y subyugar a quienes lo rodearan; había personas que podían ser muy fuertes y seguras en sus campos de acción, pero en presencia de Hitler estas personalidades se veían disminuidas y manipuladas hasta el servilismo; por ejemplo, Hermann Göring expresó al ministro de finanzas Schacht que: "- Cada vez que estoy frente al Führer siento el corazón en un puño" -

Hitler demostraba además una insensibilidad y falta de escrúpulos cuando se trataba de deshacerse de enemigos y/o sacrificar soldados; se puede citar como ejemplo el caso de Fritz Todt. Todt, quien había contado con la plena confianza y privilegios del Führer hasta entonces, sostuvo una amarga reunión en la que discutió a viva voz con Hitler en la madrugada del 8 de febrero de 1942, cuando terminó esa reunión este abordó un Heinkel 111, al despegar el avión explotó. Horas después ordenaba a Albert Speer tomar la dirección de la Organización Todt. Cuando el Ministerio del Aire intentó investigar las causas de este, Hitler paró en seco las investigaciones y dio por cerrado el caso (se supo que Todt intentó convencer a Hitler de terminar la guerra).

En su vida sentimental, muy discreta, se asocian los nombres de Geli Raubal, Eva Braun, quien fue su amante, Unity Mitford e Inga Ley. Leni Riefenstahl, una de las más sindicadas en su momento, negó haber sido amante de Hitler. Hitler era muy celoso y no permitía a casi nadie inmiscuirse en esos temas. Albert Speer en sus memorias señaló que Hitler proporcionaba un trato desconsiderado, opresivo y vejatorio hacia Eva Braun.

Respecto de la orientación sexual de Hitler mucho se ha escrito debido a su vinculo inicial con Ernst Röhm, pero las evidencias indican que Hitler era, sin lugar a dudas, heterosexual[cita requerida].

Una de las secretarias personales de Hitler, Traudl Junge, describió así la esencia que emanaba de la persona de Hitler: «Cuando estaba presente (Hitler), todo el edificio bullía de actividad, todos corrían, los teléfonos sonaban, los radioespectadores no cesaban de enviar y recibir notas de comunicados (...) Cuando él estaba ausente, todo volvía a una monótona normalidad, Hitler era como una especie de dinamo». Traudl Junge describió a Hitler como una persona que presentaba dos personalidades: en una, era muy considerado y afable, y en la otra, muy fría, iracunda y avasallante en extremo, apasionada y calculadora.

Cita Junge en sus remembranzas: «Hitler era vegetariano, gustaba del té y además no soportaba el calor; no se podía fumar en su presencia y hacía climatizar sus ambientes a no más de 11°C de temperatura. Otro de los aspectos es que a Hitler le gustaba escuchar chismes, pues lo distraían de su realidad. Además, Hitler se acostaba muy tarde, a las tres o cuatro de la madrugada, y se levantaba también muy tarde, entre las 10:00 y las 11:00 horas; el personal militar de la primera planta se acostaba en torno a la medianoche, terminada la última reunión de guerra de cada día y se levantaba hacia las siete».

Para los miembros cercanos a Hitler, Keitel, Lammers y Bormann, Hitler predicaba con el ejemplo pagando sus propios costes personales sin derogar ningún fondo del Estado. Los ingresos de Hitler, hábilmente administrados por su secretario personal Martin Bormann, sucesor de Rudolf Hess, provenían de los derechos por su imagen postal y por su libro Mein Kampf.

Otro de los rasgos característicos de Hitler era su desprecio por la debilidad ante el enemigo y por éste, sobre todo al judaísmo y en segundo grado al comunismo, su impulsividad y su obcecación por las metas sin importar el costo que tuvieran. Por ejemplo: cuando Brauchistch le solicitó la retirada estratégica de Moscú, Hitler se encolerizó diciendo: «¡No me podéis quitar Moscú!, ¡quiero Moscú!»

Un ejemplo de su aparente flexibilidad es cuando cedió ante Himmler por la deportación de los holandeses a Polonia, en pro de aumentar primeramente el contingente de las SS.

Albert Speer llegó a emitir el siguiente comentario al respecto: «En el lugar donde debía haber un corazón en el pecho de Hitler, había un gran hueco»

Cuando le tocaba tratar temas variados sobre aspectos técnicos o militares, mostraba un acabado conocimiento de estos, llegando a sorprender a sus interlocutores.

Hitler era muy condescendiente con quienes mostraban valor y arrojo en combate; llegó a diseñar él mismo la Cruz de Brillantes, Espadas y Robles para Hans Ulrich Rudel, el célebre piloto de «Stukas».

Legado de Hitler

Durante los Juicios de Nuremberg se acusó a 611 personas, integrantes de las diversas instituciones del Tercer Reich, de cinco delitos: complot, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad (exterminio), crímenes contra la paz y genocidio. Los principales jerarcas nazis apresados fueron condenados a la horca o a largas penas de prisión; otros murieron en los meses que siguieron a la caída de Berlín.

El nazismo y cualquier reminiscencia ideológica afín fueron prohibidos en casi toda Europa; de hecho no se pueden publicar bibliografías, esvásticas y otros símbolos sin riesgo de cometer falta o delito punible. Sin embargo, la discriminación antisemita permaneció hasta bien entrada la década de los 60, sobre todo en países americanos. Muchas reminiscencias de esa época, encubiertas en doctrinas militares, sociales y políticas empresariales, aún perduran en el mundo.

Quizás uno de los legados más importantes de la Alemania nazi sea la completa adopción del concepto del Blitzkrieg, literalmente guerra relámpago, en todas las academias de guerra del mundo. Las estrategias, batallas y técnicas de la Wehrmacht usadas en la Segunda Guerra Mundial son objeto de estudio en todos los institutos militares.

La publicación del libro "Mein Kampf" de Hitler está prohibida en muchos países democráticos; no obstante, todavía es editado, entre otros lugares, en España y México, y circula libremente por librerías de algunos países sin restricciones, en muchos idiomas y es objeto de estudios de todo tipo, aunque es muy difícil encontrar una versión íntegra y sin comentarios.

En la actualidad la figura de Hitler y el nazismo, su personalidad y hechos son objeto de estudios de toda índole y es constantemente recordada por escritores en distintas biografías, siendo la más polémica la publicada por el escritor americano David Irving, La guerra de Hitler, en la que afirma que Hitler ignoraba la Solución Final, si bien otros historiadores prestigiosos como Ian Kershaw niegan esto último.

Uno de los legados de Hitler es la firma constructora Volkswagen, cuyo modelo Escarabajo fue diseñado por Ferdinand Porsche en la década de los 30, aunque el escarabajo, bajo su gobierno, solo fue construido para fines no civiles, es decir, bélicos[cita requerida].

Uno de los fundamentos de Hitler y el NSDAP de las políticas sociales es el concepto de "higiene racial". Se basó en las ideas de Arthur de Gobineau, la eugenesia, y darwinismo social. Aplicado a los seres humanos, "la supervivencia de los más aptos" fue interpretado como una exigencia de la pureza racial y la matanza fuera de la "vida indigna de vida". Las primeras víctimas fueron mutilados y niños con retraso en un programa denominado Acción T4. [47] Después de una protesta pública, Hitler hizo un show de poner fin a este programa, pero, de hecho, los asesinatos continuaron.

Entre 1939 y 1945, las SS, con la ayuda de gobiernos colaboracionistas y reclutas de los países ocupados, sistemáticamente asesinados entre 11 y 14 millones de personas, incluidos cerca de seis millones de Judios, [48] en los campos de concentración, los guetos y las ejecuciones en masa, o menos sistemática a través de diferentes Métodos en otros lugares. Además de ser gaseado a la muerte y muchos de ellos murieron como consecuencia de la hambruna y la enfermedad mientras trabajaban como esclavos trabajadores (a veces en beneficio de las empresas privadas alemanas en el proceso, debido al bajo costo de esa mano de obra). Junto con los Judíos, no judíos polacos (más de tres millones de víctimas), los comunistas o supuesta oposición política, miembros de grupos de resistencia, católica y protestante opositores, los homosexuales, los gitanos, los minusválidos físicos y retrasados mentales, prisioneros de guerra soviéticos (posiblemente el mayor número, cercano a los tres millones), testigos de Jehová, clero anti-nazi, sindicalistas, y pacientes psiquiátricos fueron asesinados. Uno de los mayores centros de asesinato en masa fue el complejo-campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Hitler nunca visitó los campos de concentración y no habló en público sobre las muertes en términos precisos.

Las matanzas que llevaron al Holocausto (la Endlösung der Frage o jüdischen "Solución Final de la Cuestión Judía") fueron planificadas y ordenadas por líderes nazis, con Himmler jugando un papel clave. Si bien no se ha hallado la orden concreta de Hitler autorizando el asesinato en masa de los judíos, existe documentación que demuestra que aprobó los Einsatzgruppen, escuadrones de muerte que siguieron al ejército alemán a través de Polonia y Rusia, y que se le mantuvo bien informado acerca de sus actividades. La evidencia también sugiere que en el otoño de 1941, Hitler y Himmler decidieron el exterminio en masa por gaseamiento. Durante los interrogatorios por oficiales de inteligencia soviéticos, desclasificados más de cincuenta años después, el valet Heinz Linge y el ayudante militar Otto Gunsche oyeron decir a Hitler que había "poros de más en los primeros planos de las cámaras de gas."

Para avanzar en la aplicación de esta "Solución Final", se celebró la conferencia de Wannsee, cerca de Berlín, el 20 de enero de 1942, con quince altos funcionarios participantes, dirigido por Reinhard Heydrich y Adolf Eichmann. Las actas de esta reunión proporcionarían la prueba más clara de la planificación para el Holocausto. El 22 de febrero, Hitler fue grabado diciendo a sus socios, "vamos a recuperar nuestra salud sólo con la eliminación de los judíos".