miércoles, 27 de agosto de 2008

INFIERNO Y CIELO


La verdad sobre el Cielo y el Infierno
Lo que tu sacerdote o ministro no te dijo (todavía) y nunca imaginaste...
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A mucha gente no le gusta la religión porque piensa que fue hecha para hacer sentir bien a la gente, pues había un Dios y los buenos se iban al cielo, como 'premio' y los malos al infierno... un lugar terrible, lleno de fuego y con pequeños diablillos picándonos con hierros ardientes... como castigo.

Bueno, si esto es lo que tus padres te dijeron... ese fue un error muy grave... y quienquiera que crea esto necesita ser educado mejor en su fe...¿Por qué?

Comencemos por lo básico: Dios ES Amor. Y quienquiera que conozca el amor, conoce a Dios. Este es todo el asunto. El amor perfecto no tiene miedo en él, porque aquellos que conocen el amor, saben qué es bueno y qué deben hacer. Pero en cambio, los malvados temen, porque si amaran, no tendrían por qué tener miedo. Pero ellos temen, porque saben que han hecho mal. ¿Por qué creen que Adán y Eva se asustaron? Porque hicieron mal.

Si es cierto que hay gente 'temerosa de Dios'... ellos no han sido bien educados en su fe... Dios no es ningún policía esperando a que hagas algo mal, y entonces dice "Ah Hah! Maligna escoria... mereces ir al infierno". No... NO ES como eso. Dios ES Amor. Y verán que por eso, el cielo y el infierno pueden ser muy bien explicados. Dios no te vigila... te CUIDA, mostrándote qué puede dañarte a tí y a tu comunión con El. Desde que te bautizaste, estás en la Gracia de Dios (lo explicaré más tarde). Pero al pecar, te alejas de Dios,, pues sabes que no puedes hacerlo y amar a Dios al mismo tiempo. En el mismo momento que deseas este mal, te alejas de Dios. Esto es llamado "pecado de pensamiento". Y el pecado puede tener dos naturalezas: Curable (pecado 'venial', es decir, tiene venia), y el que lleva a la muerte, pues es una mucho mayor ofensa al Señor. Dios no se aleja de tí, sino que eres TU el que se aleja de Dios. Espero que esto les quede muy claro. ¿Por qué? Porque como Dios es TODO AMOR, y nuestra acción omisión es sin amor, caemos, muy lejos de aquél que es todo amor.

Si es verdad que no todos los sacerdotes o ministros conocen bien la siguiente explicación, es porque hay muchas personas que no conocen el verdadero amor... y esta explicación sería difícil de entender a aquellos que no conocen realmente lo que el amor es.

Pero esto puede ser mostrado claramente, si miramos a Cristo. Antes del tiempo en que Jesús murió por nosotros... el Bien y el mal era determinado por la ley. La gente era dura de corazón, y ellos sólo podían mirar al premio o castigo. Pero al venir Cristo, vimos que todo lo que teníamos que hacer era tener fe en El, y esta Fe nos llevaría a conocerlo mejor, y con este conocimiento, vendría el amor. Y como dije antes, si tienen amor en ustedes, no necesitan temor. Además, los que amamos a Jesús obedeceremos sus mandamientos, como es el amarnos los unos a nosotros como El nos amó.

El Cielo
¿Qué es el Cielo? El Cielo es la comunión completa con el Señor. Porque Dios es Amor, y el sentimiento de amor verdadero y libre nos da alegría, la alegría más infinita puede ser experimentada cuando somos uno con Dios, quien es Amor Infinito. Eso es el Cielo.

Hay ciertos sentimientos que pudiéramos interpretar como un 'cielo parcial en la tierra', porque si no pudiéramos experimentar el amor en la tierra, ésta sería una triste existencia. ¡Gracias Señor, porque sí podemos!

Está el primer sentimiento de amor, un amor pacífico, que nos calma en nuestros problemas. Una paz interior que no puede ser descrita de ningún modo. No sentimos miedo, ni ansiedad, y esta paz nos calma aún en las peores situaciones. Quizá hayan notado cómo un bebé llora y la única cosa que desea es estar con su amorosa madre. Y en el primer momento que está con ella, se siente cómodo. Personalmente, yo he notado cómo me ama Dios, en este grado. Un amor confortante. Mientras se está en este comfort, el alma no quiere otra cosa que permanecer en esa divina presencia... Todo el miedo se esfuma, y nos olvidamos de todo... lo único que quiere nuestra mente es 'apagarse', y disfrutar de este amor. Pero también sabemos que Dios quiere que trabajemos para Él. Y aquí es cuando el sentimiento 'desaparece'. Lo pongo entre comillas, pues nunca se va. Sólo se esconde, para permitir a nuestras mentes trabajar en Su servicio, en cualquier cosa que tengamos que hacer.

La alegría que uno siente después de conocer la existencia de este amor, es maravillosa. Hace a la gente feliz y querer servir y alabar a Jesús. Nos hace preguntarnos porqué la tristeza tendría que existir. Todas nuestras obras son hechas sin interés alguno, pues no queremos hacer otra cosa que el bien. Puede ser comparado a cuando alguien se enamora por primera vez. Todo es hecho con felicidad, pues podemos sentir el amor.

Cuando el sentimiento de amor es más fuerte, la alegría es tan grande que nuestra mente no puede posiblemente entenderla. Sólo se desea saber de dónde viene, o cómo sentirla mejor. El sexo no se puede comparar con esta alegría, pues siendo sólo físico, el sexo sigue limitado por nuestros cuerpos. Pero el amor puede ser infinito, y este sentimiento parcial, aunque sólo sea una pequeña cantidad, es demasiado grande como para compararse con todos los placeres carnales del mundo. Como iba diciendo, el éxtasis es tan fuerte que la persona piensa que va a desmayarse. Pero el éxtasis no va dirigido al cerebro de uno, sino al alma en sí. Es como un calor que de pronto se despierta adentro de nosotros, y en ese mismo instante, queremos alabar a Dios, porque nos permitió tenerlo, aunque seamos tan indignos y mal agradecidos con El.

Una cosa sobre estas divinas gracias que el Señor nos da: No podemos buscarlas. El que lo sabe todo, sabe cuándo las necesitamos más. Por ejemplo, hubo un tiempo en que me sentía terriblemente solo, y la única cosa que quería era morir (había perdido un amor, así que se pueden imaginar). Esta tristeza, de perder un amor para siempre, que nos hiere no sólo emocionalmente, sino físicamente. La tristeza que yo sentí, era tan grande que no podía resistir el llorar... cada lágrima que lloré era como una espina que salía de mi corazón. Fue terrible. Así que alcé mi vista al cielo y rogué. "Señor, dame la fuerza, dame la fuerza que necesito para sobrevivir..." Y entonces, en ese preciso instante, como si todas mis tristezas se hubieran ido... Sólo podía sentirme feliz, y sentí la necesidad de cantar, cantar himnos de alabanza...

Algunos días después... me puse tan feliz al darme cuenta de que Dios me había ayudado... no podía parar en pensar música de alabanza... fue entonces cuando sentí el éxtasis. Me duró como una hora, no les pido que me crean, sino que estoy tratando de explicar estos sentimientos.

A menudo, cuando estamos en una situación muy estresante, que quisiéramos saber qué hacer. O lo que es correcto, o algo que sabemos que es mejor para nuestro *exclusivo* beneficio personal. Recuerdo un sueño... se me dió a escoger no recuerdo qué. La memoria ya casi se fue, era hace muchos meses... pero recuerdo mi respuesta. Como sabía que Dios es amor (pero no sé exactamente cómo lo sabía. No lo podía expresar, pero sabía que estaba ahí. A veces Dios nos dá la gracia de poder sentirlo, pero no para explicar dicho sentimiento) escogí a Dios. Y por ese breve instante, sentí esta cálida alegría adentro de mí. Una exclamación era lo único con lo que podría expresarlo.

Cielo: Dado o ganado?

Como dije anteriorment, ya se nos ha dado el Cielo, pues hemos sido bautizados en Jesucristo y estamos en comunión con el Espíritu Santo. Y como amamos a Dios, cuando muramos y nuestro espíritu regrese a él, el alma va a donde desea. Y eso es con Dios.

Pero significa esto que podemos hacer lo que queramos y aún así ir al cielo? No. Pues esta vida está llena de pruebas para que escojamos entre Dios (amor) y el mal (deseo de apartarnos de este amor), podemos pecar. Y todo pecado nos aleja de Dios.

El pecado. Venial y Mortal. El infierno
¿Podemos pecar por omisión?
Sí, sí podemos. Podemos, por ejemplo, ver a una pobre persona, con nada qué comer. Y sabemos que lo alegraríamos si le diéramos algo para obtener su comida. Y sabemos que aunque sea sólo una pequeña moneda lo ayudaremos. ¿Y por qué decidimos ignorarlo? El demonio nos da gran cantidad de excusas, pero no hay verdaderas razones (a menos que en verdad no podamos darle nada). Dejamos de hacer un acto de amor. Nos alejamos del amor, por nuestros deseos egoístas. Pues, es ésta la razón por la que pecamos. Escogemos algo que aparentemente parece bueno, en vez del amor.

¿Qué es el pecado venial?
Venial viene de una palabra griega (o latina?) que significa cura. El pecado venial es aquél que puede ser curado. Enmendamos este pecado, al arrepentirnos, y si somos católicos, al tomar la comunión. Nuestra situación de pecado puede arreglarse también con el sacramento de la confesión.

¿Y el pecado mortal?
El pecado mortal es una mucho mayor ofensa (como dije antes) contra Dios. Y la Biblia prueba que hay un pecado que lleva a la muerte (1 Juan 5:16-17). Si cometemos un pecado mortal, rechazamos a todo Dios al actuar así. Es por eso que dios NO nos deja, sino somos NOSOTROS los que le abandonamos completamente, causándole una gran aflicción.
"Un momento, cómo puede Dios estar triste? No es Dios supuestamente perfecto?"
Sí, Dios tiene emociones como todos nosotros. ¡Por algo fuimos hechos a su imagen y semejanza! ¿Acaso Dios no tiene AMOR? Recordemos que Jesús, quien es Dios hecho hombre, fue conmovido emocionalmente muchas veces, por ejemplo cuando Lázaro murió... otra vez se llenó de alegría, y hay que ver que fue por el Espíritu Santo (Lucas 10:21), quien también es Dios. En el Antiguo Testamento, podemos ver que Dios, aún con su Divina paciencia, fue tentado continuamente por los hebreos, hasta que llegó al punto de tener que destruirlos a todos. No porque estuvira enojado, sino que tal era la perversión de estos hombres, que no hubo modo de corregirlos. Sólo veamos lo que le pasó a Sodoma y Gomorra (una excepción: Lot, el hombre justo que vivió en Sodoma, tuvo la oportunidad de huir de la ciudad, ya que había bondad en el.). Otro ejemplo similar fue Noé, que siendo el hombre que era bueno en su tiempo, fue el unico que pudo salvarse. Los demás, sin embargo, por empeñarse en su maldad, murieron. Si aún no podemos entender cómo Dios tiene emociones, déjenme ponerles un ejemplo:

Imaginen un padre amoroso con muchos hijos. Uno de ellos hiere terriblemente a otro, al punto de matarlo. Otro hijo, que amó al primero, odia al asesino y empieza una terrible pelea. El padre tendrá que aislar al hijo asesino, y se pondrá triste por el odio que aquél puso en el que empezó la pelea.

¿No creen que Dios se sentiría triste con toda la gente llena de odio y tristeza? Espero que esto los haga comprenderlo mejor.

¿Podemos hacer el bien mientras estemos en pecado mortal?

Recordemos, por la enésima vez, que Dios es amor, y la única fuente de amor puro. Ahora, si el bien sólo nace de amor puro, aunque sea mínimo, y nos hemos alejado de la única fuente de este amor, esto es, en nuestra condición de desgracia, no podemos posiblemante hacer ninguna obra buena. Y si hacemos una obra buena, NO es por amor. Si estamos en pecado mortal, comenzaremos a ENVIDIAR este amor que otros tienen y nosotros no. Y si no nos arrepentimos y confesamos lo más pronto posible, nuestra corrompida naturaleza nos llevará a la muerte eterna.

¿Puede el pecado venial llevarnos al pecado mortal?
¿Cómo nos puede afectar el hecho de que no nos arrepintamos?

Sí, cualquier pecado, por pequeño que pueda parecer, nos llevará, eventualmente, al pecado morta. Y es muy fácil de entender:

Todo pecado nos aleja de Dios, aún si es sólo un poco. Y cuando estemos aún una pizca de alejados de El, lo amaremos menos que lo que le amamos antes de pecar. Y si lo amamos menos, será más posible que cometamos otro pecado. Y entonces otro, y otro, hasta que lleguemos a estar TAN LEJOS de Dios, que pecar completamente contra El sea mucho más fácil. Y entonces, habremos cometido un pecado mortal.

Para prevenir esto, debemos arrepentirnos TAN PRONTO COMO SEA POSIBLE de todos los pecados que hayamos cometido. Si tuvimos una pelea con nuestro hermano, por nuestro propio bien, es muy recomendado que hagamos las paces con él. Si alguien nos hizo algún daño, perdonémoslo, y ayudémoslo a estar más cerca de Dios si es posible (porque qué tan bien es perdonar a alguien, si no nos importa?) Entre más libres estemos de pecado, en mejor situación estaremos.

Ahora que nos hemos arrepentido, que es el PRIMER requisito para obtener el perdón de Dios, es ir a confesar nuestros pecados, si somos católicos (pues Dios nos dio confesores por una razon. Y si los tenemos, de qué nos sirve saber que están ahí por nosotros, si rechazamos su ayuda?) O si no eres católico, puedes sicneramente pedirle a Dios su perdón celestial. Si nuestros pecados son graves, quizás no sea suficiente pedirle su perdón; debemos pedirle entonces que purifique nuestras almas. Esto es a los que los católicos llamamos purgatorio. Al purificarnos, Dios nos libra de las emociones que nos llevaron a pecar, ayudándonos así, a pecar menos seguido. ¿Qué pasa cuando morimos en pecado mortal?

Como estaríamos en pecado mortal, no nos gustartía la presencia de Dios [ Ojalá no pase ], y como Dios es justo, nos dejará ir a donde queramos ir después de muerto. Pero lo odiaremos tanto, que nuestro medio de regresar a El (la vida) se habrá ido, y entonces querremos ir tan lejos de El como sea posible. Y ahí mis amigos, es donde está el infierno.

El infierno es, por definición, una absoluta ausencia de Dios. No podremos sentir ningún amor, ni de Dios, ni de nuestros hermanos. ¿Por qué? Porque cuando se está en el cielo, sólo se quiere amar a Dios, y al estar en Dios, amar a nuestros hermanos en la Tierra. No podremos dar amor a aquellos que se encuentren en el infierno, no porque no queramos, sino porque ellos, desde el momento en que rechazaron a Dios COMPLETAMENTE, también nos están rechazando a nosotros. Así, en el infierno no se podrá sentir nada de amor, sino Soledad absoluta. Y odio, envidia, y todas esas terribles emociones que el demonio les hizo sentir cuando rechazaron a Dios.

Pero ¡Oh, sorpresa, cuando nos demos cuenta de nuestro error! Será entonces demasiado tarde. Porque a pesar de toda esa soledad, no estaremos solos. Bien quisiéramos estar completamente solos, pero en el infierno siempre hay alguien peor que tú. Y quién peor que el demonio mismo, que es causa de todos los males y crímenes, junto con todos sus ángeles caídos. Pero, desafortunadamente, una vez allí, no podremos arrepentirnos, pues en la otra vida no es posible arrepentirse.

Y créanme, que la ausencia de Dios es absolutamente terrible. Pues cometí un pecado mortal, y Dios, con Su infinito amor, me hizo sentir cómo sería yo sin El, además de un sentimiento de culpa que no me dejaba sentir en paz. Tanto llegué a sufrir en esos cuantos días que mi único deseo era el suicidio, pero bien sabía yo que el suicidarme no me haría ningún bien, sino todo lo contrario, pues seguiría sintiendo esa desesperación por el resto de la eternidad. Tan grande fue mi sufrimiento, que cuando me confesé y regresé al Señor, no pude hacer otra cosa que llorar. Y Dios, con su infinito amor, pudo consolarme como nadie lo habría hecho.

¿Pero qué pasa si morimos en pecado venial (sin arrepentirnos) ?
El Purgatorio.
Quizá algunos que vean esto querrán saltarse este texto. Pero sería bueno para ellos leerlo, para que puedan uds. entender más de lo que los católicos creemos (o DEBERIAMOS creer).

Como dije en alguna otra parte (leer: Sobre la existencia del purgatorio), he mostrado con pruebas Bíblicas que existe el purgatorio. Pero me gustaría dar una mejor explicación de la naturaleza del purgatorio.

La Iglesia nos enseña que si estamos en gracia, iremos al cielo cuando muramos. (Porque estamos en gracia si no hemos cometido ningún pecado mortal). Pues Dios, siendo justo como El mismo, nos dejará ir a donde queramos. Pero ¿Ay! Cuando veamos su gloriosa Majestad y Perfección, estaremos tan avergonzados de nosotros, para saber que no somos dignos (todavía) de disfrutar su amor.

Bien escribió el profeta Isaías:

El año en que murió el rey Ozías, vi al Señor sentado en un trono elevado y magnífico, y el ruedo de su manto llenaba el Templo. Por encima de él había Serafines de pie...

Yo exclamé: "Ay de mí, estoy perdido, porque soy un hombre de labios impuros, y que vivo entre un pueblo de labios impuros, y mis ojos han visto al rey, Yavé de los Ejércitos!"
Entonces voló hacia mí uno de los serafines. Tenía un carbón encendido que había tomado del altar con unas tenazas. Tocó con él mi boca y dijo: "Mira, esto ha tocado tus labios, tu falta ha sido perdonada, y tu pecado, borrado."

Vemos aquí, que Isaías estaba tan avergonzado de sí mismo cuando sólo había pecado con sus labios. Ningún pecado será digno de la majestad y amor de Dios. Y nos sentiremos avergonzados de nosotros mismos.

Y entre más sintamos este amor, más estaremos avergonzados. Si hubiera un infierno mil veces peor que el infierno real nos sentiríamos mejor en él, porque nos lo merecemos, y no merecimos el amor de Dios. Y éste es nuestro sufrimiento. Tendremos que 'llorar' nuestros pecados, para ser borrados de ellos, a menos que alguien rece por nosotros en la tierra.

Esta vergüenza puede entenderse con la parábola del Hijo Pródigo:

Un hombre tenía dos hijos. El menor dijo a su padre: Padre, dame la parte de la propiedad que me correspone. Y el padre la repartió entre ellos.
Pocos días después, el hijo menor reunió todo lo que tenía, partió a un lugar lejano y allí malgastó su dinero en una vida desordenada. Cuando lo gastó todo sobrevino en esa región una escasez grande y comenzó a pasar necesidad. Entonces fue a buscar trabajo y se puso al servicio de un habitante de ese lugar que lo envió a sus campos a cuidar cerdos. Hubiera deseado llenarse el estómago con la comida que daban a los cerdos, pero nadie le daba nada.
Fue entonces cuando entró en sí: "¿Cuántos trabajadores de mi padre tienen pan de sobra, y yo aquí me muero de hambre? ¿Por qué no me levanto?Volveré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra Dios y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo, trátame como a uno de tus siervos. Partió, pues, de vuelta a donde su padre.

Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión, corrió a echarse a su cuello y lo abrazó. Entonces el hijo le habló: Padre, pequé contra Dios y contra ti, ya no merezco llamarme hijo tuyo. Pero el padre dijo a sus servidores: Rápido, tráiganle la mejor ropa y póngansela, colóquenle un anilo en el dedo y zapatos en los pies. Traigan el ternero más gordo y mátenlo, comamos y alegrémonos, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo he encontrado. Y se pusieron a celebrar la fiesta.

¿Pueden imaginar esto: El hijo sólo quería ser su sirviente, y cuál fue su sorpresa, al ver que su padre sacrificó su mejor cordero, no sólo uno grande, sino el mejor. Para él, el hijo que había pecado por toda su vida. Y él ve, que lo visten con las mejores ropas, y el anillo, dándole su posición de hijo otra vez, cuando ve sus tremendos pecados cuando estaba lejos.

Y mayor fue su vergüenza, porque no merecía este gozo... y s su papá le hizo una gran fiesta para él... "¡no merezco este amor, no merezco este amor!" Eso, mis amigos, es el purgatorio. .

¿Han ustedes pecado contra su novio o novia, y entonces, después de que le confesaron todo, les sonríe, y dice: "Yo sólo quiero estar contigo". O cuando le dijeron a sus papás que reprobaron un examen, y ellos piensan que sí le pusieron ganas, y dicen "no hay problema, sabemos que hiciste tu mejor esfuerzo. Sabemos que lo harás mejor la próxima vez", y tú sabes que eras flojo, y gastaste muchas noches sólo viendo la TV, o hablando por teléfono, y ellos todavía te aman? Es este sufrimiento, sólo más grande, lo que es el purgatorio.

Conclusión
Entonces el cielo, purgatorio y el infierno no son 'lugares', sino situaciones espirituales, a las que el alma llega cuando la persona muere. Y Dios sabe que sería mejor para nosotros irnos directamente al cielo cuando muramos, para sentir el mayor amor que podamos disfrutar.

Seamos buenos... por nuestro propio bien.

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